Capítulo 6

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—Se ve bastante lindo.–la voz de mi papá se escuchó a un costado de mí, anonadado por lo bello que se veía el amanecer–Tómame una así.

Se alejó de mí prácticamente corriendo hasta el borde e hizo una pose ridícula para la fotografía que me hizo reír.

—Sales muy guapo.–me burlé mostrándole la fotografía en mi celular–El cielo se ve espectacular.

Asintió con una sonrisa volviendo a admirarlo, mi papá acostumbraba a ser una persona mañanera y salir a trotar para admirar el amanecer, cosa que yo muy contadas veces solía hacer.

Solamente solía hacerlo cuando él debía irse de viaje por cuestiones de trabajo, como en esta ocasión; sabía que se iría por unos días a Nueva York por un caso del bufete y lo que más pudiera aprovechar de su tiempo en estas ocasiones, para mí ya era ganancia.

—¿De dónde crees que sacaste tu guapura mocosa? –rezongó con un tono burlón–Admira esta cara.–añadió riendo.

Rodé los ojos negando, mi papá a veces era un adolescente más.—Niñato.–rió mostrando su lengua, provocándome sonreír.

A veces me sorprendía la energía que desprendía tan temprano, siempre tan activo.

—¿A que hora debes estar en Nueva York?

—Tengo junta al medio día.–miró su reloj y suspiró–Debemos irnos, se te hará tarde para clase.

—¿Puedo irte a dejar al aeropuerto? –quería pasar más tiempo con él–Nada más me saltaré dos clases. Prometo ir después de dejarte sano y salvo, ándale...–me acerqué dándole un abrazo escuchando su risa al aire–Di que sí, por fa.

—¿Acaso me quieres chantajear con un abrazo? –asentí sobre su pecho–Que bajo has caído.–reí sintiendo como correspondía mi abrazo–Tu abuelo dirá que soy el peor de los padres. Te solapo todo.

—O en el peor de los casos, la causa de que repruebe.–murmuré alejándome con una risita de por medio, levantó su ceja y bufó a punto de decir algo–Estoy bromeando. Apenas es el cuarto día de clases, no puedo reprobar todavía.–expliqué como si fuera lo más obvio.

—Lo sé, lo sé. ¿La semana que viene es la IVY League? –solté un suspiro algo confundida, ¿como podía tener presente eso? Asentí sin decir nada–Harvard si toma con seriedad la asistencia Lexi. Si quieres entrar debes tomar el instituto con seriedad.

Ese es el problema, no sé si quiero.

—Lo sé.–pretendí buscar algo importante en mi celular–También ya viene el torneo anual de hípica. Hoy comenzaremos los entrenamientos.–mostré una fotografía que explicaba cuándo sería el torneo, dónde y cuánto duraría–Al parecer mañana se abre la inscripción al concurso.

Prefería mil veces hablar de algo que compartiéramos los dos a mi futura universidad, era lo de menos si ellos ya la tenían decidida por mí.

—Excelente, recuerda que Eira y tú...–lo interrumpí.

—Debemos estar conectadas, lo sé, lo sé.–me burlé–Creo que lo estamos, ayer Sebastián me dijo que si sigo así probablemente sea nuevamente primer lugar.

—No espero menos Lexi.–el orgullo en su voz era evidente–Pero por el torneo no descuides tu estudio, sabes que es lo primordial. Aunque sepas que el bufete próximamente será tuyo, no quiero que en un futuro los socios piensen que no eres capaz. Es el legado de tu abuelo, ahora mío pero próximamente tuyo.

—Sí, supongo que tienes razón.–miré de reojo a mi papá que ya me observaba.

A veces me preguntaba si realmente no se daba cuenta de que estos temas me incomodaban un poco, principalmente porque no me sentía bien con la idea, a mi parecer prácticamente era una imposición ya que jamás he tenido la opción de poner otra cosa sobre en la mesa.

Cuestión de tiempo Where stories live. Discover now