CAPITULO 17

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Mientras sus hermanas libraban sus propias batallas internas, Thomas llegaba a casa de Aranza, si bien ese encuentro era por un tema de estudios. El chico iba dispuesto a hablar con la chica y luchar por ganarse su corazón.

La tarde había pasado volando luego de haber ayudado a Aranza con otras actividades. Al terminar bajaron al jardín y conversaron un poco, hasta que hice el chico hizo la pregunta que tanto moría por hacer.

- ¿Realmente te gusta Ángel?- preguntó al fin, y vio como la chica se tensó y miro hacia otro lado.

- Thomas no hablemos de eso- le pidió.

- Respóndeme- pidió de nuevo mientras volteaba su rostro para que lo mirara.

- ¿Por qué lo quieres saber?- preguntó la chica desviando su mirada con nerviosismo.

- Porque cuando lo miras no pareciera que así fuera, y también porque me preocupo, él no es lo que parece Aranza- asegura Thomas preocupado.

- Tu no lo conoces- enfatiza la chica mientras le da la espalda.

- No estés tan segura- respondió el chico.

- Bueno y si así fuera, pues a mí si no me conoces, y no puedes saber nada de lo que siento y menos por una mirada- dice la chica al voltear con molestia fingida y mirándolo fijamente.

- Si te conozco Aranza de la Riva, tal vez no por completo pero si lo suficiente- afirma Thomas mientras se acerca poco a poco a ella

Luego de unos segundos el chico la mira y se da valor para continuar.

- Y sé que en este momento te pone nerviosa el que me acerque a ti- habla de nuevo- lo sé porque el azul de tus ojos se vuelve más profundo, así como también evitas mi mirada, o por como juegas con el dije de tu collar- dijo esto último ya a nada distancia de ella.

- Thomas yo...- Aranza no pudo hablar más.

Thomas sin más preámbulo, estampó sus labios en los de la chica con miedo a que fuera rechazado, pero el corazón casi le sale del pecho cuando a los pocos segundos ella le correspondió y sus labios se movían al ritmo de los de Thomas, en un beso suave y a la vez desesperado para mostrarle todo lo que sentía por ella.

Dejando que ese beso hablara por él, y ella sin poder evitarlo envolvió los brazos alrededor del cuello del chico, volviendo más profundo el beso, provocando que él la abrazara por la cintura pegándola más su cuerpo, deseando ambos que el tiempo se paralizara y que este momento no acabara nunca.

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Luego de sentir la necesidad de respirar y sin querer hacerlo, Thomas se separó de la chica terminando el beso.

- Sé que te prometí el día en que confesé lo que sentía por ti, que nada de esto pasaría y que no se volvería hablar del tema, pero te amo Aranza- dice todo mientras pega su frente y sus ojos azules se clavan en los de la chica.

- Thomas no...- Aranza se dio cuenta que iba a besarla nuevamente, pero se apartó- no quiero lastimarte sabes que yo...

- No digas que no sientes nada, porque no te creeré- dijo Thomas mientras se vuelve acercar a ella.

Aranza desvió su mirada sin saber que más decir.

- No, eso quieres que crea, pero sé que no es así, porque tu mirada siempre me lo decía, solo que pensé que eran imaginaciones mías- confiesa el chico- pero este beso me lo confirma, sé que sientes algo- dice esperanzado.

- No Thomas, no es así- responde Aranza empezando a desesperarse.

- No lo niegues Aranza, no escondas lo que sientes- le pide triste.

DE REGRESO AL PASADOWhere stories live. Discover now