viii. TREASON

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si, profesor.
chapter eight. treason
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En un principio Circe no tenía pensada ir hasta Hogsmeade, pero cuando comenzó a revisar su tarea se dio cuenta que le hacía falta algunos pergaminos y tinta nueva. Asi que al final decidió ir, ella solo tenía la intención de ir a librería y volver lo más rápido posible a Hogwarts, ya sabes, no le gustaba estar sola en el pueblo.

Oh, pero bajo ninguna circunstancia Circe se imaginó encontrarse con Ares y Lidia tomados de la mano dentro de la librería, en un principio ella trató de no ponerse completamente histérica, a veces los amigos se tomaban de la mano... pero definitivamente los amigos no se daban besos.

La chica no tenía idea de que hacer o como sentirse en ese momento, una parte de ella le gritaba que se acercará a Ares y lo golpeara, pero otra solo quería tirarse en el suelo a llorar.

Era bastante sabido que los matrimonios por conveniencia, siempre terminaban mal, alguno de los dos terminaba engañando al otro, pero Circe, siendo tonta e ilusa, había pensado que Ares realmente estaba enamorado de ella. Pero ni siquiera eso era lo peor.

Ares la engañaba con Lidia, su mejor amiga, lo que solo le daba más ganas de llorar.
Circe conocía a Lidia desde que tenía uso de razón, habían sido amigas, siempre habían estado allí la una para la otra, pero al parecer no todo era lo que aparentaba ser.

Definitivamente Circe se sentía defraudada y su orgullo era demasiado grande para permitirle llorar frente a todas las personas que estaban en la librería, pero tampoco tenía pensado dejar que la siguieran tratando como una estúpida y que la engañaran en su cara.

Circe tomó una larga bocanada de aire, tragandose las lágrimas antes de acercarse directamente hasta los dos y pararse frente a Ares.

—Tú eres un pedazo de mierda —le dijo alzando la voz mientras lo apuntaba con su dedo, si todos habían visto como la engañaban, ahora iban a saber que con Circe Malfoy no se podía jugar— eres un ser despreciable y asqueroso. Realmente no puedo creer como no lo note antes, fui tan ciega, estaba cegada por un estúpido que no vale la pena, ni siquiera me llegas a los talones. Eres como la mugre que esta en la suela de mis zapatos, estoy agradecida de haberlo notado antes de casarme contigo y arruinar mi vida, pudrete en el infierno, y tu también Avery.

—Espera Circe, no es lo que tu crees —le dijo Ares intentando alcanzarla cuando comenzó a caminar.

Pero ella no lo escuchó y haciendo su gran salida, Circe golpeó la puerta de la librería y se apoyó contra la pared para recuperarse.
Le dolía el pecho de una forma que supuso que se sentía cuando alguien te rompía el corazón por primera vez, ella realmente se sentia mal pero no sabia si era por encontrar a Ares con otra persona o porque Lidia la hubiese traicionado de esa forma.

Ella definitvamente no iba a casarse luego de eso, y no le importaba si sus padres se oponían a eso. Aunque Circe había sido criada para ignorar ese tipo de cosas que era relativamente normal dentro de las familias sangre pura, ella no iba a ignorarlo, podrían quitarle su sueño de ser auror para convertirse en una mujer de casa, pero bajo ninguna circunstancia iba dejar que la humillaran de tal foma, ella no era la segunda opción de nadie.

Acelerando su paso, Circe se dio cuenta que literalmente se había quedado sin amigos, en otro momento ella hubiese corrido hacía los brazos de Lidia para contarle que era lo que la molestaba. Pero la amistad con Lidia había llegado a su fin, lo que significaba que estaba sola. Eso no tendría que ser un gran problema porque era su último año en Hogwarts, pero Circe realmente necesitaba un abrazo ahora.

Ella suponía que Draco aún estaba en Hogsmeade asi que corrió hacia la única persona que era bueno con ella.

—¿Circe? —le preguntó Remus Lupin cuando abrió la puerta de su despacho.

—¿Puede abrazarme ahora y no preguntar nada? 

Remus abrió sus brazos y Circe rápidamente se deslizó en ellos. Era raro abrazarlo, porque el era su profesor, pero el olor a chocolate era realmente reconfortante aunque a ella no le gustará demasido. 

Obviamente el profesor Lupin iba a cuestionarla y más cuando la escucho llorar en medio del abrazo.

—¿Que fue lo que sucedió? —le preguntó acariciando su cabello.

—¿Soy una persona linda, no? Soy linda, inteligente y cariñosa a veces...

—Sin duda eres todo eso, Circe —le dijo Remus con calma.

—Ni siquiera se que vio en Lidia, él es despreciable. Quería golpearlo justo en la cara...

—Espera —le dijo Remus cortando el abrazo y tomando a Circe por los hombros para mirarla— ¿A quién querias golpear? ¿Que esta pasando?

—Mi novio me engaño con mi mejor amiga —respondió la rubia— Mi novio me engaño con mi mejor amiga —respondió la rubia comenzando a llorar de nuevo.

Lupin la miro por un segundo en silencio y de repente Circe se sintió estúpida por contarle todo eso a un profesor. Primero en principal ella ni siquiera debería haber estado llorando por el estúpido de Ares...

—Eres demasido bonita para llorar —le dijo Remus, estirando su mano para limpiar las lágrimas de Circe, pero cuando las limpió dejo su mano en la mejilla, sin hacer ningún intento de bajarla— si te hace llorar realmente no te merece, Circe. Sé que por más que te diga todo esto no vas a sentirte mejor pero.. 

Circe ni siquiera lo dejó terminar porque hizo lo más estúpido que alguien alguna vez podria hacer.

Ella estaba besando a su profesor. 

Remus Lupin ni siquiera se había movido de su lugar y esa fue la indirecta perfecta que le dijo a Circe que se había equivocando al hacer aquello. 

—Lo siento, profesor —le dijo Circe, intentando encontrar una forma de excusarse para no quedar más tonta de lo que parecía— es que tú.. tú estabas tomando mi mejilla y luego en las clases tú... ¿sabes? Ni siquiera importa yo.. 

Pero esta vez fue Remus quién silenció a Circe con un beso.

—No te disculpes, no lo hagas —le susurró Remus cotra sus labios antes de volver a unirlos.

De repente Remus recordó que todavía estaban en el pasillo frente a la vista de cualquiera y que podrían ser descubiertos en cualquier momento, asi que sin dejar de besar a Circe estiró su mano para tomar el picaporte y abrir la puerta de su despacho.

Quizás Remus Lupin también habia tomado un decisión estúpida ese día, porque definitivamente los besos no iban a terminar ahí.

SI, PROFESOR [REMUS LUPIN]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt