Capítulo 32

12.8K 919 58
                                    

Madeleine

No me gustó la forma en que se fue. Ni siquiera sé por qué no lo detuve, no le pregunté qué pasó. Ahora lo siento.

Incluso cuando vi caricaturas con Ivanna antes de acostarnos, no podía dejar de pensar en eso. Probablemente, algo grave le paso.

Ya era pasada la medianoche. Tuve que obligar a Ivanna a dormir. Ella no quería. Quería esperar a su Papá, pero de alguna manera logré convencerla de que cerrara los ojos. Mañana tiene que ir a la escuela, necesitaba dormir bien por la noche. Yo también me acosté, e incluso me quedé dormida por un rato, pero inmediatamente me desperté cuando lo escuché entrar en la habitación.

Por el momento, preferí fingir estar dormida, y cuando ya se había acostado, rodé hacia el otro lado.

- ¿Por que demoraste tanto? - Preguntó con voz un poco soñolienta.

- No estabas durmiendo... - Alexander susurro suavemente

- ¿Dónde estabas?, ¿Paso Algo?..

- No pasó nada. Había algunas cosas que tenía que arreglar

- ¿Que tipo?

- Bueno, algún día te llevaré a mi oficina, te mostraré todo, y sabrás por qué aveces llego tan tarde.

- Hmm, ok. Sólo estoy... un poco inquieta

- ¿Por qué? - toca mi mejilla con sus dedos. - ¿Hay razones?

- No, no hay razones pero estabas tan furioso que me preocupe

- No lo hagas. - Se acercó a mí. - No tienes nada de qué preocuparte, vi que acostaste a Ivanna, normalmente no duerme cuando no estoy en casa.

- Ella se resistió, pero al final se durmió - Le sonreí

- no se ni como agradecerte...

- No tienes nada que agradecerme, lo hago
Por que me gusta pasar tiempo con Ivanna

- Creo que sé cómo puedo agradecerte... -
se abalanza sobre mis labios, y luego con un tirón me pone debajo de él.

- Aaahhh- Grité brevemente, pero rápidamente calle mis emociones para no despertar a Ivanna.

- Shhhh... - lanzó mis manos hacia la cabecera de la cama y comenzó a cubrir mi cuello con besos, por lo que mi espalda involuntariamente comenzó a arquearse.

* * *

Ni un minuto de sueño. No había tiempo. A las siete de la mañana estábamos todos de pie, y sólo el café nos salvó, nos dio un poco de alegría. Afortunadamente, Ivanna no tuvo que despertarse con un poco de agua. Ella misma se levantó, además, de buen humor. Su Papá ha regresado. Quería ir a la escuela, y ver a sus amigas.

- ¿Te gusta?

- ¡Me encantan estas trenzas!  Lucí y Alana estarán celosas - exclamó la niña, mirándose en un pequeño espejo.

- ¿Son tus amigas?

— ¡Ajá! ¿Puedes venir a la escuela conmigo juntó con papá.?

- Madeleine necesita ir a trabajar, Ivanna- responde Alexander por mí. - Ella tiene a sus alumnos allí. Ellos también necesitan ir y aprender.

- Creo que puedo quedarme veinte minutos. El grupo supondrá que me detuvieron en la sala de profesores

- ¡Hurra!

- ¿Estas segura? - Alexander tomó un sorbo de una taza de café.

- Si, primero llevaremos a Ivanna y luego me llevas al liceo - le guiño un ojo.

- Está bien - Ivanov sonrió y tomó otro sorbo de café.

Nos despedimos de Ivanna y luego pasé un gran día en el Liceo. Las clases iban pasando demasiado rápido como un reloj. No hubo invitados inoportunos. Y ya me dirigía a la salida, después de un agradable día de trabajo, Alexander me esperaba.

- Hola - cuando entró al auto tomo la iniciativa, y darle un beso pequeño beso lo cual profundizo, pero rápidamente regreso a mi asiento y abrocho mi cinturón de seguridad. - ¿Porque estas tan feliz?

- Tengo dos regalos para ti.

-  ¿Si, por que ocasión?

- Por esto - toma unos documentos y me los da. - Léelos ...

Paso mis ojos sobre el papel, leyendo.

- Dios... ¿Esto es real...? - le pregunto - ¿Firmó?..

- Si

- Yo... ¿soy libre?

- De él sí, de mí no, - Alexander arqueó la ceja juguetonamente

Inmediatamente me apresuro a abrazarlo. Había tanta alegría en mi corazón que no puedo expresarlo con palabras. No he sido tan feliz en mucho tiempo.

Pero rápidamente recuperé mis sentidos. Tenía preguntas para él.

- Pero cómo... ¿Ya lo has visto? - Debo haber sonado un poco asustado, porque tenía miedo de su encuentro uno a uno. Una cosa es enviar abogados, y otra...

- Sí.El firmó.

- ¿Y él aceptó de inmediato?

- Casi. Ahora eres libre. Ahora podemos hacer lo que queramos. Espero que queramos lo mismo.

Está bien, no estropearé el estado de ánimo de los dos ahora. Quiero ser feliz y no pensar en nada más.

- Y cual es el segundo regalo?..

.



.



.

Nota de la autora :

Que les pareció el capítulo  espero
Y lo hayan disfrutado

Para adelantos o noticias pueden seguirme en mis redes sociales:

Instagram: danielismrodriguez | twitter: bluessunnyyy

Nos vemos pronto

Besos 💋

Danielis M Rodriguez

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora