Capitulo 16

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Madeleine

Alexander me alcanza ya fuera del supermercado, Agarra mi mano, pero no me muevo, dejo que me detenga...

- ¿Qué pasa, Alexander?

- No dejaré que deambules sola por ahí Ahora pagaré todo y nos iremos..

- No, - Lo corté, - Tengo que volver con mi amiga, Ella tiene una situación de vida difícil.

- Tampoco es fácil para ti - me miró de arriba abajo

— Lo digo en serio, Alexander, No puedo ir contigo, Deberías volver con tu hija - Sacudi su mano, y él solo apretó más su agarre. - Déjame entrar

Alexander me deja ir y vuelvo corriendo al supermercado, Él esta detrás de mi, Allí tomo el carro que tengo abandonado y lo lleno con todo lo que necesito.

Cuando voy a la caja registradora, veo que Alexander me está esperando en la salida.

Pago, tomo el paquete, y a la salida busca quitármelo.

- Te llevaré con tu amiga

- No, no es necesario, Está muy cerca de aquí.

- Dame las bolsas - exige.

- Enserio Alexander, esta muy cerca de aqui

- Dame las bolsas, ¿A qué le temes? Ahora no soy un extraño en un camino nocturno, sino un hombre conocido con una niña en un automóvil, No tienes nada que temer.

Cómo lo planteó todo... No se puede discutir.

- E-está bien... Pero llevaré el paquete yo misma - Caminamos a su auto y me siento en el asiento de copiloto

- ¿Madeleine vendrá con nosotros? - pregunta Ivanna feliz, saltando desde atrás en el asiento.

- Lo hará - responde su padre.

- Tu papá es tan amable que decidió darme un aventón - doy completa claridad de los acontecimientos

Alexander me miró con los ojos entrecerrados y apretó el volante con más fuerza con los dedos.

- Un poco más adelante. Te diré cuándo será necesario parar - a lo que Alexander no reacciona de ninguna manera.

Tenía tanto miedo de que estuviera tramando algo..

- Gracias.

- Vamos juntos.

- ¿Qué?..

- Deja la comida para tu amiga, y luego nos iremos juntos.

- ¿Qué...? - dije de nuevo - No - tiro de la manija de la puerta - Hasta luego, Ivanna - cariñosamente me despedi de la niña y baje de el auto

Alexander, por supuesto, corrió detrás de mí, Podría haber sido mucho más duro conmigo si su hija no hubiera estado con él, Esto es lo que me salva.

- Detente Madeleine, Deja de fingir que crees que somos extraños el uno para el otro.

Y me detiene, Me doy la vuelta con lágrimas en los ojos.

- Somos, extraños

- Eso no es cierto - se acerca - Ya no estas con tu marido, yo tampoco tengo a nadie No hay nada más que lamentar.

- ¿Por qué no se te ocurre que quiero empezar una nueva vida?

Esta pregunta enfurece a Alexander, La misma furia que estaba en su rostro cuando comenzamos nuestra conversación en el sofá de su casa.

Luego, el propio Alexander me quita las bolsas y luego dice con calma:

- Le diré a Ivanna que ahora que nos iremos, le dire que se quede en el auto y luego regresaremos, Quédate aquí.

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora