Capitulo 6

31.8K 1.8K 200
                                    

Madeleine

- ¡No sé dónde está!, ¡No soy su niñera! ¡En realidad soy su hermana! ¡Y no es una niña pequeña! No te dije que no se dónde está ¡Chau! - después de terminar la conversación, Dasha se fijó en mí.

- ¿Qué necesitaba? - Camino lentamente hacia ella.

- Quiere saber dónde estás, qué te pasa... ¡Siento que para algo! Te pedí me lo dijeras, pero no me has dicho nada

Es bueno que haya sido lo suficientemente inteligente como para no hablar de los detalles.

- Dash, entiendo que es muy divertido para ti verme hirviendo de rabia aquí, pero por favor, ¡vámonos ya!"
-  ¡Madeleine!

Ivanna corre.

- Oh, qué niña tan linda - Dasha apenas parece haberse fijado en ella - ¿Su...? - Asiento con la cabeza. - ¡Que belleza! ¡Hola, soy Dasha!

- Hola - Ivanna saluda cortésmente y me mira. - ¿Ya te vas?

- Sí, ivanna ya me tengo que ir mi hermana vino por mí.

- Ivanna -  escucho la voz de Alexander detrás de mí - Ve arriba por ahora, ¿de acuerdo?,  Mira dibujos animados en tu habitación.

- Pero papá... Madeleine se va...

- Lo sé. Pero ve arriba. Vamos Ivanna

- Por ahora -  Ivanan se levanta con una mirada de despedida, dolorosamente triste hacia mí y apenas se mueve hacia las escaleras.

- Adiós, querida - dije arrastrando las palabras, mirando a la chica. - Gracias, Alexander - tenía que decir esto, a pesar de que ahora parecía mortalmente ofendido. - Pero tenemos que irnos... De verdad, gracias.

- Por supuesto- asiente -  Solo... ¿puedo pedirte un favor?

- ¿Sobre qué? - Frunzo el ceño. Ahora comenzará de nuevo.

- ¿Podrías ir a dónde Ivanan ahora... y hablar con ella? Definitivamente no podré hacer que deje de estar triste. No creo que tarde más de un minuto.

Ivanov preguntó amablemente. Claramente estaba preocupado por su hija. Ella se fue tan molesta.

- Ah... sí, por supuesto. ¿Dónde está su habitación?

- a la izquierda. Primera puerta.

- Ivanna -  tocó la puerta. - Ivanna

- ¡Estoy aquí! - la chica ya está al otro lado de la puerta y jala la manija para dejarme entrar. - ¿Decidiste quedarte? ¡¿Por mí?!

- Yo... me quedaría, pero no puedo -  entro. - Me quedé para estar contigo por un minuto. Queria ver cómo estás. Vaya - miro hacia arriba. - ¿Hiciste tal guirnalda?

- ¡Sí! De papel de colores! ¡¿Es Hermoso?!

- ¡Definitivamente!

- Puedo hacer lo mismo en tu casa.

- ¡Gracias! ¿Ya encendiste tus dibujos animados?

- Todavía no.

- ¿Qué tienes que sea interesante?

- ¡Me gustan los dibujos animados viejos! ¡El Rey León, por ejemplo! ¡¿Lo Miraste?!

- Sí... En mi infancia Lo amaba mucho.

- ¡Ciertamente! ¡El es uno de mis favoritos!

Creo que puedo quedarme cinco minutos. No puedo decirle adiós y marcharme así. No puedo

- ¡Entonces veámoslo!

- ¡Vamos!

- Pero solo la segunda parte, ¿de acuerdo? La primera es demasiado triste.

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora