{COMPLETO}
- ¿Eres mi mamá? - la niña, con la cara de un ángel, parecía como si estuviera esperando un milagro
- No, cariño... Solo tengo mucho frío. Necesito llamar a mi hermana, hay algun adulto? - Las manos me tiemblan, los dientes castañetean...
- ¡Sí, es un muñeco de nieve! ¿Vamos a buscar más detalles de él?...
- Sí, ahora, Ivanna Voy a ver qué hay fuera de la ventana
Me pareció oír algo en la calle. En realidad estaba preocupada Se ha hido por mucho tiempo
Miro por la ventana y no veo nada. En la otro también,
Alexander desenterró mi coche. Tomó una gran pala de nieve y furiosamente arrojó nieve en diferentes direcciones. Ya a cavado bastante.
Puse mi mano en mi pecho y, sin importar lo mucho que la sostuve, se derramo una lágrima por mi mejilla
Ahora él mismo se alegra de librarse de mi
— ¡Madeleine!
- ¡Sí! ya voy - sollozo y me alejo de la ventana. Ajustó las cortinas y me acercó a la chica.
- ¿Vistes a mi padre en la ventana?
- Sí, Ivanna - me siento en la alfombra y hago todo lo posible para no estallar en lágrimas.
De repente, Ivanna pone su mano sobre la mía. La miro a los ojos y comprendo que quiero llorar aún más. Por alguna razón me duele tanto mirarla. me gusta mucho la niña. Me encantan los niños en general
- Todo estará bien. No llores, Made
- No estoy llorando, cariño... Solo estoy de mal humor.
- ¿Recuerdas cuando me dijiste que no estuviera triste? Ahora no estés triste. ¡Es Año nuevo igual! Si no quieres armar el rompecabezas, podemos ir a ver dibujos animados
- No, recojamos el rompecabezas Realmente querías esto - empiezo a buscar con simpatía y prisa los detalles necesarios para el muñeco de nieve.
No se sabe cuánto tiempo más podremos pasar juntas. Tan pronto como regrese Alexander, tendré que irme. Ni siquiera tiene que mostrarme la puerta. Me iré. Y esta vez para siempre.
Ha pasado alrededor de media hora. Ya hemos armado una cuarta parte del rompecabezas con Ivanna, y su padre todavía no estaba allí. ¿comenzó a rastrillar toda la calle? ..
- ¡Qué hermoso! - Ivanna se emociono - Tomemos un descanso de cinco minutos, ¿de acuerdo? ¡Quiero pastel!
- Vamos - me pongo de pie.
Sentándose a la mesa, Ivanna pidió una pieza más grande.
- ¿Como éste?
- ¡Sí, este!
La niña comenzó a comer el pastel con mucho apetito, pero de repente se detuvo, dejó de masticar.
- ¿Por qué no comes pastel?
- No quiero, Ivanna
Ella se sacudió, mirando hacia atrás bruscamente cuando escuchó la puerta abrirse. Alexander ha vuelto. Dio patadas para quitarse la nieve de encima. Se quitó la chaqueta, su expresión facial y la furia que se desarrolló en su alma
- ¡Papá, ya llegaste! - Ivanna gritó, pero Alexander no respondió.
Estaba caminando hacia aquí, y me apresuré a mirar hacia otro lado para no ver su rostro.
Pasó en silencio y por el rabillo del ojo vi cómo se dirigía a las escaleras, las cuales comenzó a subir.
Esta... esta es mi oportunidad. Sal de aquí para no lastimar a nadie más
Y Ivanna... soy una extraña para ella. En una semana se olvidará de mí. Todo estará bien con ella. Su madre no era tan egoísta. No se deshizo de ella cuando estaba soltera. Esta mujer definitivamente era mejor que yo.
- Ivanna, yo... saldré a la calle
- ¿Para qué?
- Solo... a tomar aire
- Vuelve lo antes posible - me pidió Ivanna cuando ya me dirigía al pasillo.
no respondo nada Solo miro hacia atrás brevemente para mirar a la chica por última vez. Y no tenía nada que decir. No le mientas a un niño.
Corrió hacia el pasillo, agarró mi abrigo, me lo pongo y salgo por la puerta.
La tormenta Se volvió tan silencioso. Salgo corriendo del patio despejado por Alexander y corro hacia el auto.
Ivanov realmente quería que me fuera. Limpiado según sea necesario. Entra y vete. Lo cual, sin embargo, hice. Me subó al auto
Y a,donde voy?..
¿A donde Dasha? No. Muchas gracias. Ya ayudó. Si ella no me hubiera dejado aquí con él, no tendría que pasar por todo esto.
¿A donde mis padres? Desaparece inmediatamente. Lo último que quiero ver es a mi padre, y también a mi madre
¿ A mi Casa? Sí, iré allí. No tengo adónde ir. Tengo que volver a mi antigua vida. Y si Dasha habla de Ivanov, tampoco da miedo. Después de lo que tuve que admitir, no tengo miedo de nada.
Me voy, me voy... Estoy mirando los fuegos artificiales en el camino. Escucho risas, gritos, felicidad. Año nuevo. Pero no siento ninguna fiesta. Un duro día de semana, sazonado con amargura. Y nada me hará olvidarlo ahora. Ni en un mes, me temo que en un año.
Parece que si giró a la derecha. Estaré en la ciudad pronto.
La visibilidad es escasa ahora, no por la nieve, sino por las lágrimas que no puedo detener. Como un velo lo cubre todo.
Me animo cuando noto una luz brillante detrás. Miro por el espejo retrovisor y veo un coche que iba exactamente en mi dirección Voy a romper en este estado. Hasta cierto punto, incluso quería terminar con mi sufrimiento, pero tenía que quitarme estos pensamientos extravagantes de la cabeza
Pero reconozco el auto, es el auto de...
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Nota de la autora:
Que les pareció el capitulo espero y lo hayan disfrutado
