La Señora Penélope Bridgerton pensaba que el amor era algo que jamás sería para ella, que todas las historias felices serían observadas desde lejos. Sin embargo se había equivocado. Tenía dieciocho años casada con el hombre de su vida y cada día que pasaba no podía evitar agradecerle a Dios por la fortuna de su propia familia.
Su hermosa hija, Agatha Bridgerton tenía 17 años y ésta era la temporada donde haría su debut. Ciertamente no era algo que le quitara el sueño pero su amada hija sabía que su prima, Miss Penélope Crane estaba muy entusiasmada por la temporada así que decidió que ambas harían su debut juntas.
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Miss Agatha Bridgerton.
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Miss Penélope Crane.
-¿Mamá?- Agatha le preguntó a su madre mientras esperaban que fueran llamadas-
-¿Estás nerviosa Aggie?- Penélope le preguntó con cariño a su hija-
-Me parece que me veo muy tonta con estas plumas- ella frunció el ceño y Penélope sonrió, a veces veía mucho de su mejor amiga Eloise en su hija.
-Te ves hermosa- Penélope sonrió- Además pase lo que pase, tú eres un diamante para nosotros- ella dijo con amor-
-Te amo mamá- Agatha dijo con amor- Estaré muy feliz de que camines conmigo por ese pasillo.
Penélope no pudo evitar sentir que sus ojos se llenaban de lágrimas, desde que su hija nació, se prometió que ella le daría todo lo que su madre no pudo. Portia Featherington, que en paz descanse no había sido una madre muy comprensiva durante su vida pero ahora que ella misma era madre podía entenderla un poco más. Sin embargo, dedicó el tiempo igual a sus cuatro hijos para ayudarlos y enseñarles a ser personas de bien. Agatha, Tomas, Jane y George eran fruto de su amor con Colin y ella era muy feliz de tenerlos.
Un lacayo les avisó que era su turno.
-Miss Agatha Bridgerton es presentada por su madre, la honorable Mrs. Penélope Bridgerton.
Ambas caminaron con toda la gracia que tenían, Penélope observó que su hija no caminaba insegura como ella lo había hecho hace tanto tiempo cuando debutó, sino todo lo contrario, Agatha tenía la chispa de Colin, su ingenio pero también la apariencia de su madre con ese cabello rojo. Pero ella era mucho más bella de lo que un día soñó ser.
Agatha hizo su reverencia y caminó frente a la nueva Reina.
La Reina le sonrió y observó a la antigua Lady Whistledown y le guiñó un ojo.
-Una jovencita encantadora, sin duda, estaré esperando grandes cosas de ti, querida-
Agatha Bridgerton había sido favorecida por la Reina más cariñosa que alguna vez tuvo Inglaterra.
-¿Escuchaste eso, mamá?- Agatha no pudo evitar sonreír-
-Sigue sonriendo cariño, todos nos observan- Penélope sonrió orgullosa.
Colin observaba con sus hermanos y sobrinos la presentación de su amada hija.
-Ella es hermosa, hermano- Daphne le había dicho- Felicidades-
-Ella se parece a mi Penélope- Colin le había dicho a su hermana-
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Miss Penélope Crane es presentada por su madre, la honorable Lady Eloise Crane.
La joven era hermosa, favorecía completamente a la familia Bridgerton pero claramente se notaba nerviosa. Sin embargo, Eloise caminaba con total seguridad, esa confianza que no tenía cuando ella misma fue una debutante pero que ahora con todos los años de matrimonio al fin había alcanzado. Ella se había negado a venir a Londres y dejar que su hija tuviera una temporada pero su pequeña estaba tan feliz por debutar junto a su prima y mejor amiga que su esposo, Phillip había logrado vencer su horror y habían decidido estar aquí para este evento social.
La reina sonrió y se acercó a la joven.
-Una Bridgerton sin duda- comentó- Estaré pendiente de ti- sonrió-
Penélope Crane se movió incómoda por los nervios pero logró hacer una reverencia ante la Reina.
Después de unos minutos, madre e hija salieron por el pasillo.
-¿Cómo me fue madre?-
-Tan encantadora como siempre- Eloise abrazó a su hija- Ahora vámonos antes de que tu padre pierda la paciencia.
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Lady Crane —le recordó Penélope.
Eloise sonrió.—Gracias por recordármelo, señora Bridgerton.
Penélope estuvo a punto de soltar una carcajada.
—¿Puedes creerlo?
—¿De ti, o de mí? —preguntó Eloise.
—De ambas.
Las amigas sonrieron, recordaron todo lo que habían pasado para estar hoy aquí, ambas eran felices y tenían sus propias familias, pero ellas siempre serían almas gemelas, porque sus corazones siempre se reconocerían y no habrían superado su juventud sin tener a la otra.
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-¿Ya te dije hoy lo mucho que te amo?- Colin le preguntó a su esposa mientras veían a su hija bailar en el primer baile de la temporada-
-Creo que no lo has dicho desde la mañana- ella le sonrió-
-Eso es un crimen ciertamente- Colin dijo frunciendo el ceño-
Penélope sonrió.
-Sin duda Hyacinth se ha esmerado cada vez más al dar el primer baile de la temporada ahora que Lady Danbury ya no está.
-Lo hace bien, mi hermanita- Colin dijo sonriendo mientras veía a Hyacinth bailar con su esposo Gareth- Aunque si empieza a caminar con un bastón la golpearé-
Penélope no pudo evitar sonreír. Colin le dio un beso en la mejilla a su esposa. Y observó a su hija en la pista de baile.
-Ojalá no se vaya tan pronto- señaló con tristeza-
-No puedes esperar que tarde años en casarse- ella bromeó- Como nosotros.
Colin frunció el ceño.
-¿Eres feliz, Pen?
Ella volteó a verlo.
-Mucho, Colin. Eres mi mejor amigo y también el hombre que más he amado en la vida.
Colin tomó la mano de su esposa en la suya.
-¿Recuerdas nuestra promesa?
Ella asintió.
-Siempre tuyo, siempre mío-
-Siempre nuestro.
Colin había llevado a su amada esposa a la pista de baile. Y si la antigua Lady Whistledown tuviera algo que decir, sería que era escandaloso que la pareja de esposos bailara tantas veces juntos. Era sin duda un partido por amor.
