Un destino sellado.

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Estamos entrando a una parte FUNDAMENTAL para la historia. Vienen capítulos fuertes espero les gusten! Déjenme en sus comentarios sus opiniones por favor!

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Penélope se había puesto un vestido color amarillo para su disgusto la verdad pero su madre había insistido en que debería verse resplandeciente y más ahora que los padres de Theo habían llegado. Ella vislumbró su reflejo en el espejo, su cabello había sido cuidadosamente agarrado en un moño y tenía unos rizos que enmarcaban su rostro a la perfección, las joyas que usaba esta noche eran de su madre.

Ella estaba muy nerviosa, sabía lo que podría pasar esta noche y estaba muy insegura, no por Theo porque sabía que le tenía un gran cariño y él era un hombre excepcional sino lo que aceptar ser su esposa significaba. Ella suspiró, no tenía ningún caso demorarse más y menos cuando había invitados.

Cuando abrió la puerta se percató que en el pasillo se encontraba Theo con una gran sonrisa en su rostro.

-Penélope- le dijo mientras se acercaba y besaba su mano enguantada- Te ves preciosa, como siempre- dijo convencido- Te he extrañado terriblemente- explicó- No se nos ha permitido estar solos como antes.

Penélope sonrió.

-Mi madre no lo ha creído prudente, menos cuando estamos en periodo de cortejo-

Theo sonrió.

-Te quiero Penélope- él dijo después de unos minutos mientras la veía directamente a los ojos- Te quiero y Dios sabe que eres la mujer de mi vida- explicó emocionado- Solo quería decirte eso antes de la cena.

-¿Por qué?

-Te conozco lo suficiente para saber que probablemente estás nerviosa- él explicó apenado- Y yo también- admitió- Pero seguimos siendo Penélope y Theo solamente, amigos que han aprendido a respetarse y valorarse desde que cruzaron la primera palabra entre ellos- sonrió y Penélope con él, estaba mucho más tranquila.

-Creo que es hora de bajar- ella dijo sonriendo y él puso su brazo para escoltarla al gran comedor-

Cuando todos estaban en sus respectivos lugares, las conversaciones fluyeron rápidamente.

-Dime Penélope- Sarah había dicho mientras se encontraba justo a su lado- ¿Qué te gusta hacer? Mi Theo me ha dicho que amas leer- ella le sonrió-

-Nunca pude quitarle ese pasatiempo tonto- Portia se apresuró a hablar- Pero estoy segura que se le quitará con el tiempo- dijo con desdén en su voz-Ya le he dicho que pasarse su tiempo metida en los libros solo provoca que no tenga propuestas de matrimonio-

Sarah la miró sorprendida.

-Me considero un ávido lector, Lady Portia- ella dijo orgullosa y todos escucharon a su hermano Jack tratando de ocultar una risita mientras bebía vino- No considero a las mujeres que leen como defectuosas al contrario las admiro.

Portia abrió los ojos sorprendida.

-¿Por qué?- se atrevió a preguntar.

-Estamos en un mundo en el que se nos considera inferior a los hombres- Sarah explicó con enfado- Nosotras no tenemos la oportunidad de asistir a la universidad, para lo único que se nos prepara es para ser una esposa perfecta- esto lo dijo mientras rodaba los ojos- Cada mujer es capaz de ser más que solo una esposa y madre- dijo orgullosa- Así que me encanta saber que hay muchas jóvenes como Penélope interesadas no solo en peinarse y elegir vestidos sino en cultivar su mente.

Portia estaba sin habla.

-Entonces usted es una revoltosa- dijo con desdén- ¿No me diga que también quiere luchar por los derechos de las mujeres como las radicales?-

Siempre tuyo, siempre mío, siempre nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora