Siempre tuyo, siempre mío, siempre nuestro

Nuevo comienzo.

NOTA: Un poco tarde pero aquí les dejo un nuevo capítulo. Gracias a los que están leyendo.

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Penélope estaba en su habitación, hace tres días, su querido papá había dejado este plano terrenal, él había muerto. Después de varios años en los cuales pudo observarlo irse apagando poco a poco, ella encontró consuelo en saber que ahora por fin se encontraba descansando. Nunca se imaginó que esos últimos años de vida de su padre los vivieran realmente juntos, conociéndose e incluso ella podría decir que aprendiendo a quererse más allá de la sangre que los unía. Esos últimos años ella vio a su padre transformarse como hombre, es decir, se había convertido en un hombre completamente diferente, incluso se había preocupado por dejarlas en una situación económica estable, donde las tres tuvieran una dote aceptable, por supuesto sus hermanas Prudence y Phillipa ya estaban casadas, con Lord Berbrooke y el Sr. Finch respectivamente, así que a pesar de que no era precisamente cercana a ninguna de ellas siempre les deseó felicidad y ella oraba porque en realidad lo fueran.

Así que estos últimos tres años por fin había conocido un poco de cariño por parte de un familiar, en este caso su padre así que sí, por supuesto ella sentía que su corazón estaba destrozado ahora que se había ido, no era un secreto para nadie en Londres que su madre nunca la ha querido, incluso la mayoría del tiempo, Portia Featherington era muy cruel con sus comentarios hacia ella- Penélope suspiró mientras recordaba las interminables discusiones que ellas han tenido- 

Para su madre, ella nunca había sido suficiente- pensó con tristeza- Los terribles comentarios acerca de su apariencia la habían hecho llorar muchas noches. Ella los recordaba con precisión.

-"Tal vez si fueras más delgada como tus hermanas"- su madre había repetido constantemente- "Quizá deberías dejar de leer tanto, esos libros solamente están consumiendo un tiempo valioso que podrías utilizar en buscar un marido adecuado".- Penélope sonrió con tristeza al recordar cómo había sido su vida hasta ahora.

Pero su madre simplemente estaba convencida que ella no se casaría nunca, incluso había empezado a incluirla en sus planes de vejez, sobre todo ahora que su padre ya no estaba. Pero a pesar del dolor tan grande que estaban viviendo, las cosas para la familia Featherington habían cambiado mucho en estos últimos años. Incluso se había asegurado de que Lady Whistledown publicara algunas notas favorables para ellos, después de todo ella misma había contribuido a divulgar toda la situación con Marina.

-Muchas veces me he culpado por eso- ella admitió en silencio- ¿Quizá si no hubiera dicho nada ellos estarían felices?- se preguntó sin conocer con certeza la respuesta- Tal vez fui demasiado egoísta- pensó con culpa- Pero no podía dejar que lo engañara así- ella se dijo a si misma- Colin merecía saber la verdad- dijo con seguridad- Aunque eso significaba verlo partir.

-Colin- ella pensó con anhelo- Su primer y único gran amor- 

Colin había marchado después del compromiso roto con Marina y se había vuelto un experto en viajes, la realidad era que casi nunca estaba en Londres con excepción del cumpleaños de Lady Violet, aunque este año casi se lo pierde- recordó- Pero tuvo que volver ya que Benedict había encontrado a la mujer de su vida y se había casado con ella hace dos meses- sonrió al recordar la boda- Sophie era una mujer increíble y aunque la conocía poco sabía que Eloise la adoraba.

La puerta de su habitación se abrió y su querida amiga entró con rapidez.

-Hola Pen- sonrió Eloise mientras caminaba hacia ella, definitivamente ella no necesitaba invitación-