Royal Family

25

Narra Jungkook

Ella me mira sin decir nada. Se ve tan linda con ese color de cabello, sus ojos resaltan más y su piel se ve más pálida.

Llevo mi mano a su mejilla y la acaricio. —Estás hermosa— digo dejando un beso en su nariz. —¿No vas a decir nada?

Al ver que ella sigue callada la apego más a mí y beso sus labios. Ella no responde, pero eso no me impide para succionar sus labios.

Al separarnos junto mi frente con la de ella y siento como mi respiración estaba agitada

—Sé que hice mal en no comunicarme, pero te dije que volvería a ti y acá estoy cumpliendo mi promesa— acaricio su mejilla. —Por favor di algo.

—¿Cuándo llegaste?

No era lo que quería oír pero entiendo su reacción.

—Hace unas horas.

Ella asiente y se aleja de mí para ir hacia su escritorio, pero rápidamente la detengo haciendo  que choque contra mi pecho.

—Tengo que trabajar, tengo una reunión.

—No seas mentirosa, no tienes ninguna reunión.

Ella me empuja levemente y camina hasta su silla sentándose.

Yo camino por su oficina viendo los distintos artículos de periódico y fotos en las paredes blancas.

—Has hecho un gran trabajo— digo mientras me detengo a leer uno de los artículos que está pegado en la pared.

—La joven Kim Nahee ha sido una de las primeras jóvenes del país en lograr grades inversiones con empresarios para que sus proyectos sociales crezcan y tengan gran fruto— digo leyendo unos de estos.

Sigo caminado por aquella oficina, esta es de un tamaño normal, no es muy grande ni muy pequeño, pero sé que para ella es perfecta.

—¿Por qué durante todo este tiempo no llamaste?

Volteo al escuchar su voz, sonrió levemente mientas camino a ella —sé que no es excusa, pero estuve muy concentrado en mis estudios, estuve adelantando unos créditos para poder volver antes, estuve prestando servicio  y también solucionando otro asunto que nos compete a los dos.

—No creo que algo nos competa a los dos.

—Pues te equivocas, porque si las hay.

Me siento frente a ella y comienzo a contarle de porque me iban a casar con aquella chica.

De verdad qué hay chicas que pueden hacer cualquier tipo de cosas con fin de lograr su objetivo. En este caso dinero y poder y lo peor de todo es que sus padres la apoyaron en todo.

—Por favor dime que me crees.

Ella baja su mirada y juega con sus manos.

—Escucha, puede que sea difícil de creer, pero es verdad, no tendría por qué mentir.

—Jungkook, no tengo nada que reclamarte, igual nosotros nunca tuvimos nada serio, así que lo que hagas con tu vida no me importa.

Me congelo al oír aquello, veo que toma sus cosas para salir de la oficina. Pasó a un lado tomando su muñeca.

—Por lo menos dame una cita, si después de eso no quieres nada lo entere.

Se suelta de mi agarre y sale de la oficina si mirar atrás.

Yo camino hacia la ventana y veo cómo se sube en una camioneta negra. Esas son las que suele usar la corte real, así que supongo que su padre la mando a buscar.