Twelve

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Había aceptado salir con Virginia. Quizás deje luego el estudio, después de todo no tengo que estar muy enfocado en el estudio. No demasiado. Aveces puedo llegar a desvelarme por hacer lo posible para que todo salga a la perfección. Estoy algo estructurado, no me perdonaría perder un año de estudio.

Virginia me había comentado que T/n quedó sola en la casa y por eso quería volver temprano. Pero no quería cancelar la cena porque si necesitaba un poco de alivió, después de trabajar tanto.

T/n sola en la casa era un peligro, no debes conocerla mucho para darte cuenta que es peligrosa en las manos incorrectas. Acomode mi camisa y tome mi celular, salí por la puerta y no paraba de pensar en alguien, en que esto se estaba convirtiendo en un desastre. Pensar en la hija de tu amiga casi novia no estaba nada bien.

Pero no puedo evitarlo, cada vez que plantó la cabeza sobre la almohada e intento quitar todos los pensamientos de mi mente me aparece T/n. Aparece en mi mente como si yo le debiera algo, como si ella y yo fuéramos algo. No es así, no tiene que ser así. Cómo es posible que esté con la madre y piense en la hija.

Soy un idiota, cuando dijo que tenía una hija me imaginé a una niña pequeña o alguien ya casada. No digo que fuera culpa de alguien que yo esté enamorado de T/n, en realidad si hay un culpable, yo mismo. Llegué al lugar donde cenariamos con Virginia.

— Hola Aidan — Beso mi mejilla para luego sentarse sobre la silla, yo simplemente le di una sonrisa de lado y me senté.

Mientras el mesero traía lo que habíamos ordenado yo me encontraba hablando con Virginia recargado y desganado sobre la silla. Mi mano estaba sobre mi mejilla sosteniendo parte de mi rostro, ella no paraba de hablar de su trabajo e indignificantes cosas para nada interesante

Ya me están aburriendo esperando la comida, escuché que nombró a T/n en una de las conversaciones y atento la escuché. Pesar en T/n me hacía dar un cosquilleo en el estómago, parezco un niño preadolescente enamorado por primera vez.

La comida había llegado y comenzamos a desgustar, no tardamos demasiado para acabar y luego yo pedí un café negro. Un poco no vendría nada mal, Virginia pidió un postre. Ya no quería escucharla hablar sobre su trabajo o sus compañeros, quería que se diera cuenta que me estaba aburriendo hablando sobre lo mismo a casa minuto.

— ¿Qué paso con el padre de T/n? — Quizás la pregunta era algo apresurada e incorrecta pero tenía intriga.

Ella dejo el postre aún lado y me miró — Él... Era muy agresivo y alcohólico. Y T/n era muy pequeña para ver todo eso, él la dejo sola un día y fue el día en que dije basta. — Asentí — no puedo dejar que mi pequeña hija sufra por alguien que no se interesa por ella.

— Oh — Con razón era tan agresiva y suelta de una manera extraña para su edad — ¿Y T/n jamás pregunto por su padre?

— No jamás — Abrió los ojos — Siempre le dije la verdad, desde que era una niña. No quiero ocultarle nada y que ella sepa cómo es esta vida.

Que fuerte, debe ser difícil tener a alguien como virginia de madre. Cuando acabamos me puse de pie al igual que Virginia, ella se acercó a mí para pegar sus labios a los míos y yo solo me quedé atónito. No eran los labios que quería besar, solo pensé en T/n y me separé de ella.

— T/n — Solté y ella me miró confundida, sabía que me había mandado una macana. No tendría que haber abierto la boca, me deje llevar por los sentimientos.

— ¿T/n? — Frunció el ceño — ¿Qué hay con ella?

— Debe estar esperando en la casa — Sonrió para asentir. Tomo su bolso y salimos del lugar. Caminamos hacia la casa, mientras ella continuaba hablando y hablando. Pisaba algunos charcos de agua que habían ya que había llovido la noche anterior.

Había arreglado el problema de la confusión de nombre, pero seguía sin dejar de pensar en T/n y sus maneras de tenerme detrás de ella sin hacer nada. Quizás si estoy mal, ella no hace nada. Me ignora, me pelea, grita, es una desquiciada y yo estoy encantado por su forma de ser.

Ella colocó las llaves en la cerradura y giro dos veces para abrí la puerta, entre detrás de ella mirando a los alrededores y me senté sobre el sofá con las manos en los bolsillos de mi abrigo esperando a que bajara T/n.

— T/n, hija — Hablo Virginia mirando hacia las escaleras — T/n baja ya llegamos. — Me miro sonriente — dale un momento seguro está con sus cosas.

— Si no quiere bajar que no lo haga, está bien por mí. — Quizás sonaba muy extraño decirlo de esta manera pero en cuanto se descuidara Virginia, subiría las escaleras y hablaría con la mocosa.

No niego que me encanta hacerla enfadar, gritando y haciendo cosas para intentar molestarme cuando casi nunca lo logra. Virginia subió las escaleras y se tardó un poco, cuando volvió me miró sorprendida.

— T/n no está en su habitación — Negué y ella solo se se cruzó de brazos. — Ya está grande, se puede cuidar sola. Seguro está con esos muchachitos de su edad.

¿Muchachitos? ¿Qué muchachitos?  Deberías estar durmiendo en su habitación, si tuviera una hija no dejaría que saliera ni a la esquina. Cómo dejaba que T/n salga sola. Y por idiota comencé abrí la bocota.

— La calle está muy peligrosa, siempre intentan robarte o quizás puedan llevarla y eso sería horrible. — Se sentó sobre y él sofá y asíntio.

— Aunque no creas T/n es muy astuta, se que ella se cuida muy bien. Después de todo ya tiene que aprender sola, no siempre estaré para cuidarla — No, no. Tenía que ir a buscarla, no debía estar con ningún muchachito ni con nadie. Tense mi mandíbula molesto ya que no podía hacer nada para ir a buscarla.

Si Virginia no quería buscarla ¿me iría yo solo? No, no podía irme yo solo. Quedaría muy raro y sospechoso que quiera ir tras la falda de una adolescente. Sin darme cuenta me di la vuelta mirando a Virginia la cual aprovechó el momento y pegó sus labios nuevamente.

Tratando de ser cortante me separé de ella y puse una mano en su hombro — Vir... Creo que recién estamos conociéndonos — Ella asíntio sin poder creer que la haya rechazado. Se puso de pie y como si nada sonrió para caminar hacia la cocina.

— ¿Quierés algo de tomar? — Intento calmar la tensión del rechazó que le había hecho. Asentí y ella entro a la cocina, se tardó demasiado y cuando volvió ya no tenía el mismo humor que antes.

Parecía molesta todo el tiempo y cada vez que hablaba me ignoraba por completo, me sentís incómodo y quise irme pero no podía sin antes saber algo de T/n al menos.

𝐄𝐯𝐢𝐥 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 Where stories live. Discover now