Chaeyoung asintió dudosa, para nada convencida. Las cosas estaban pasando demasiado rápido, la idea de recibir miradas acusadoras por parte de la señora Myoui, era algo que no deseaba, estaba segura de que se sentiría como una intrusa, muy diferente a cuando entraba a escondidas, sabía que Mina la recibiría siempre, en cambio, la señora Myoui no haría más que fingir, porque su repudio hacia su sexualidad no cambiaría de un día para otro, ni en unas semanas, tampoco en meses, eso llevaría tiempo, y por el momento, prefería no entrar, le bastaba con que Mina no tuviera que decir mentiras en cuanto a sus salidas y relación.
— En todo caso, me sentiría más cómoda si vinieras aquí en lugar de yo ir a tu casa — dijo sincera, ir a casa de Mina volvió a sentirse incorrecto.
— Está bien — aceptó. Agarró las sábanas y se cubrió a ambas luego de apagar la luz — Ahora vamos a dormir, ha sido un día muy emocional y quiero descansar — dijo en voz baja, aferrándose más al cuerpo de la rubia, escondiéndose en su cuello.
— ¿En serio quieres dormir?
— Mjm — asintió con los ojos cerrados — Tus padres están en casa, así que no intentes nada, soy una mujer decente y no lo haré con tus padres aquí.
Chaeyoung rió bajito, besó la frente descubierta de la mayor y se acomodó mejor para poder dormir. Se sentía aliviada porque Mina logró hablar con su madre sobre su relación de una vez por todas, eso la hacía sentir más segura y más cómoda, comprendía que Mina tuviera que esconderla, pero tener el valor de decírselo era admirable. Se sentía importante, se sentía querida.
No dudaba que estaba en el lugar correcto.
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La temporada navideña se estaba acercando más rápido de lo esperado, el clima, los adornos y la música eran la mayor evidencia.
Para Jeongyeon, Mina y Sana, el colegio se había vuelto un tanto tedioso; las bromas hacia Jeongyeon se detuvieron en su mayoría, más no en su totalidad, pero le prometió a su madre que no volvería a meterse en problemas por algo así, por lo que intentó que ese tipo de cosas no le afectaran. Sus compañeros no tenían idea sobre Mina y Sana, pero de cierta forma, lo deducían, y no porque sus acciones las delataran o porque las hubieran visto haciendo algo, sino que creían que por el simple hecho de juntarse con Jeongyeon, eran igual a ella, lo cual les parecía totalmente cómico, preguntándose cómo es que ellas llegaron a creer que la homosexualidad se trataba de una 'enfermedad' que podía transmitirse de alguna forma; no los culpaba, todo seguía siendo culpa de las enseñanzas erráticas de sus profesores.
No iban a negar que en algún momento quisieron expresarse libremente, pero eso traía consecuencias consigo, ser de mente abierta en un colegio como ese, era peligroso, además, dudaban que alguien quisiera escucharlas. Era triste ver como sus compañeros se llenaban de tantas ideas equivocadas, y es que las pláticas en cuanto a la sexualidad empezaron a ser más pronunciadas desde que todos comentaban sobre Jeongyeon, muchos profesores hacían comentarios fuera de lugar con fines 'académicos', y eso estaba muy mal. Pero poco podían hacer ya, el año estaba a punto de terminar, irían a la universidad y no tendrían más razones para ver a esas personas, siendo ese un gran alivio.
