𓏲 Capítulo 23

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Recibir una mala noticia cuando estás fuera de casa, y en un lugar lejano a ésta, es difícil, ya que las oportunidades de ayudar o de hacer algo al respecto por alguien en una situación problemática, son limitadas, y en algunos casos, simplemente no hay manera de ayudar.

Y es por eso que, Chaeyoung no podía detener la enorme ola de desesperación que la llenó sin previo aviso al escuchar a Jihyo muy preocupada y con la voz temblorosa al otro lado de la línea, contándole algunos de los sucesos que acababan de suceder en el hogar de los Myoui mientras ella estaba en su habitación de hotel, lejos de donde Mina se encontraba.

— Papá la golpeó...

Sus ojos se cristalizaron al escuchar cada palabra, sintiéndose casi sin aire por la desesperación.

Sofocada.

— Necesito que la cuides por un momento, debo hacerme cargo de mis padres...

Cada vez la voz de Jihyo se escuchaba más y más lejana, sintiendo sus manos temblar y su corazón latir con fuerza contra su pecho.

— Dime en donde estás... Llegaré lo más pronto posible...

Chaeyoung estaba segura de que esa llamada fue más larga de lo que alcanzó a escuchar, pero sus sentidos no reaccionaban ni funcionaban correctamente, escuchando solo algunas frases a lo lejos que solo lograban quebrar un poco más su estabilidad. ¿Qué podía hacer en ese momento? Estaba en un hotel con sus padres y amigas a más de media hora de su casa.

— ¿Sigues ahí? Por favor, dime algo...

— S-Si... Solo... Solo dame unos segundos para enviarte una dirección...— su voz salió en un hilo, esforzándose en mantener la calma para poder encontrar soluciones ¿qué tan grave había sido el problema para tener que sacar a Mina de casa?

— Gracias.

Probablemente, Jihyo dijo algo más luego de eso, sin embargo, Chaeyoung colgó la llamada sin despedirse cuando no se escuchaba más que silencio. Nayeon y Momo la miraron un poco confundidas, preguntándose por la repentina reacción de la de cabello amarillo con esa extraña llamada; pudieron notar que estaba al borde del llanto y que su respiración se había vuelto agitada, como si estuviera ahogándose con su propio aire.

— Chaengie... ¿Pasó algo malo?— Nayeon preguntó, sentándose en la orilla de la cama de su amiga con la intención de tranquilizarla.

Chaeyoung terminó de enviar un corto mensaje, y sin darle respuesta a su amiga, salió de la habitación de hotel, dirigiéndose a paso rápido hacia la habitación de sus padres. Tocó con insistencia hasta que segundos después, su madre atendió la puerta con el ceño fruncido.

— Mamá, necesito que vayamos por Mina.

— Chae, acabamos de venir — suspiró, creyendo que era solo una idea que su hija acababa de tener.

— Su padre... Su padre la golpeó — la expresión de la señora Son cambió totalmente, viéndose preocupada y sorprendida — Jihyo necesita que la cuidemos porque al parecer no está bien, y-y no tiene a nadie con quien dejarla mientras ella vuelve con sus padres — a esas alturas, no había podido contener el llanto, dejando que pequeñas lágrimas mojaran sus mejillas — Por favor... No puedo solo hacerme la desentendida, ella me necesita... Nos necesita.

La señora Son asintió lentamente sin decir algo más y se adentró en su habitación para buscar las llaves del auto con rapidez. La situación era preocupante, entendía que Chaeyoung quisiera ayudar, pero en parte no quería que se involucrara más con esa familia, no sabía hasta dónde serían capaces de llegar los Myoui si se daban cuenta de que Mina estaba con ellos, considerando que de por sí, ya existía un descontento entre ambas familias.

❝ Forbidden ❞ || MichaengWhere stories live. Discover now