🎐|° La cafetería ''espresso'' parecía un lugar tranquilo en el cual podías pasar el rato charlando, o por lo menos eso era lo que aparentaba en el día ya que en la noche se convertía en un lugar completamente diferente.
Esta cafetería no era normal...
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Bien, hablando seriamente del tema...Sunghoon se había encariñado un poquito MUCHO con Jake, no podía dejar al pequeño solo en ningún momento, hasta para bañarse! pero el australiano era muy tímido para llegar a ese extremo por lo que corría al mayor del baño y lo obligaba a que lo esperara fuera.
Si sus empleados escucharan en lo que se había convertido su jefe, probablemente morirían ahogados de la risa y asegurarían que ese no era su jefe y era solo una persona parecida a el. Al parecer en la empresa era Park Sunghoon, el gran ceo serio, amargado y cruel, y cuando estaba con su Jake en casa era ''Hoonie'' como lo había apodado el dueño de sus pensamientos, el gran hombre apuesto que solo quería que su pequeño niño le diera atención.
Lo que hace el amor..no?
El problema era..
Que Jake era demasiado inocente para darse cuenta que tiene al gran Park Sunghoon en sus pies..
Peeero Sunghoon lo quería mantener asi, primero quería enamorar correctamente al castaño, pedirle ser su novio, hacerlo feliz, darle amor y cariño, complacerlo, darle mimos, presentarse con sus padres, pedirle matrimonio, y llenarlo de muchos muchos hijos, quizás podrian tener un perro si es que sus hijos o su Jakey no es alérgico a los animales..
— Uh Jefe... — Murmuró uno de los empleados en la reunión esperando que su jefe despierte de... lo que sea en lo que estaba pensando —
Sunghoon gruño por lo bajo al ser interrumpido con su hermosa fantasía del australiano con una pancita de meses.
— Doy por concluida la reunión, pueden retirarse. — Habló un enojado y cortante Sunghoon con una mirada asesina—
— P-pero Señor..
— Dije que doy por concluida la reunión. — Dijo Sunghoon elevando la voz con el mismo tono de enojo, los empleados rápidamente tomaron sus cosas y se retiraron no sin antes darle una reverencia al mayor —
Sunghoon masajeó su cien con cansancio, ¿Tan dificil era dejarlo un momento con su imaginación haciendole de las suyas para pensar en el chiquito que vivía junto a el? Al parecer si era demasiado pedir.
Y como si el destino lo amara su celular comenzó a sonar, irritado tomó el celular dispuesto a insultar en su mente a la persona que lo llamaba..