Él era fuego, ella oscuridad...
Kerianne Shade es asesina y espía de la corte otoño, a las órdenes de lord Beron tiene que manchar sus manos y oídos con muerte y secretos para él. Beron está listo para ceder su gobierno a su hijo sucesor Eris Vanser...
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╔════•| ༒︎ |•════╗
CAPÍTULO 3
Bestias y Secretos
✰•☾︎• 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝘾𝙪𝙚𝙧𝙫𝙤𝙨 ℘⁖✭
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Después de conseguir un buen secreto para el lord, durante algunos días estuvo libre, hasta que Beron le ordenó seguir y vigilar a su hijo heredero.
Nadie sabía cómo se teletransportaba, y el lord jamás le había preguntado. Era un milagro que apesar de ser parte mortal, su habilidad era extraordinaria, similar a la de un alto fae.
Ella podía transportarse, pero no era tan fácil. Cuando Eris invocó su magia para cambiar de espació, sopló una pluma de cuervo que voló y desapareció hasta él.
La magia que colocó en la pluma le hizo ver el lugar donde el heredero había acabado, y dejo que la magia de aquella pluma la llevará. Llegó hasta lo que parecía ser la corte primavera, se escondió entre las flores invocando a su cuervo para que siguiera a Eris.
Él llegó a encontrarse con el general de la noche y una de las hermanas Archeron. Los conocía porque también los había espiado. Los sentidos del cuervo eran los suyos, veía y escuchaba a través de ellos. El cuervo se posó en un árbol cerca de ellos.
Se delizó para esconderse, pero al girar casi chocaba con monstruo. Ella no podía huir o correr sin revelar su posición. Era la bestia de la corte primavera, el lord Tamlin y lucía irreconocible, como un auténtico monstruo.
Ella le miro a los ojos, no iba a mostrar miedo alguno. Le hizo un gesto con el dedo para que se callara y no la delatara, apuntó la vista a que estaba espiando aquel trío entre las flores.
El lord Tamlin inspiró su aroma, quizá para reconocerlo. Y después se apartó silenciosamente. Un gran alivio para Kerianne, creyó por un momento que se la comería de un bocado.
Escuchó decir a Eris que retendría a su padre de aliarse con Briallyn y que les informaría de cualquier cosa. Al parecer el heredero había descubrierto lo de la reina mortal por propia cuenta, o seguramente le había contado el estupido hombre que la siguió.
Y todo se resumió en Eris profesando mucha traición a su padre y lord, lo había escuchado antes. Lord Tamlin apareció en su forma de bestia y los hizo detener su plática y alejarse.
Regresó con Eris sin que lo supiera, cuando él volvió a cambiar de espacio hasta su corte. Beron le preguntó que había visto de Eris, ella omitió ciertos detalles y mintió, dijo que su heredero veía a una mujer a escondidas.
Eso intrigó al lord.
Ella sabía cuándo era conveniente revelar sus secretos y por ahora el lord no merecía su lealtad. Ella lo odiaba más que a nada en el mundo, aveces deseaba colocar un lazo muy fino e irrompible en su cuello y extrangularlo hasta romper su carne con aquel lazo. Era una idea siniestra, pero eso le habían hecho a su madre. Y ella quería hacérselo a su esclavizador.
—¿Qué mujer? —le preguntó.
—No la conozco, era una alta fae. Pero él le mencionó sobre la reina Briallyn —le susurró al lord.
—¿Qué dijo?
—Quería información de ella. La mujer no le dijo nada.
—Sigue vigilandolo, quiero saber si descubre algo.
Al día siguiente cuando pasaba por el comedor, escuchó al lord preguntarle a su heredero que había hecho el día anterior. Y Eris tenía un don en el engaño pues no se mostró sospechoso.
—Salí a cabalgar —dijo él.
Le iba a cobrar este pequeño favor al heredero, el no revelar su traición aún.
De la nada el lord otoño colocó un pergamino sobre la mesa.
—Este acuerdo dice que estoy dispuesto a ceder el poder de mi corte a mi sucesor —dijo Beron. —Leanlo.
Sus hijos se quedaron confundidos, ella también, no sabía a qué iba todo eso. Zeren tomó el pergamino, lo desenvolvió y leyó en voz alta.
—Con este documento, yo lord Beron del otoño sedo el poder de mi corte y mi corona a mi hijo él sucesor, esto radica en la ley de la corte sobre que el hijo más fuerte y con más poder será digno de continuar el legado del otoño —Zeren levantó sus ojos hasta su padre y hermano, sin poder creerlo. —Con la única opción de que el primero que despose a una mujer, será el próximo lord otoño —concluyó.
Eris le arrebató el pergamino para leerlo y asegurarse que lo que había escuchado era real. Después de meditar un momento lo que acababa de pasar, dijo.
—Es real, fue sellado con sangre —dijo Eris, comenzó a sobarse las cienes ante un posible estrés.
—¿Quieren ser lores otoño? Desposen a alguien —dijo Beron.
Ella tampoco tenía idea de que tramaba, pero debía ser algo muy escalofriante para ser así de simple. Era una trampa para sus hijos, lo presentía. Kerianne se fue de ahí antes de que se dieran cuenta de su presencia.
