𓏲 Capítulo 31

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Mina suspiró sonoramente y se acercó a Chaeyoung, sabían que el desenlace de Momo y Dahyun había sido sorprendente para todas, también sabían que habían opiniones divididas al respecto, pero crear desacuerdo por eso era muy tonto a pesar de lo mucho que quisieran a sus amigas.

Chaeyoung vio a través del espejo que Mina se había acercado a ella, sin embargo, la ignoró y siguió en lo que estaba hasta que sintió un par de brazos rodearla con fuerza, haciéndola suspirar.

— Ya no hablemos de esto — hizo un puchero la pelinegra, apoyando su mentón en el hombro de la más baja — Lamento decir esas cosas de Momo.

Chaeyoung suspiró rendida y se giró levemente para dejar un casto beso en sus labios, dándole a entender que todo estaba bien, cosa que alivió a Mina, porque si bien a veces tenían desacuerdos, no quería discutir por algo que fácilmente se podría evitar.

— También lamento suponer cosas — le sonrió cortamente, alejándose de su agarre para mirarla de frente — Ellas estarán bien.

— Eso espero.

Chaeyoung asintió y caminó hacia el mueble de Mina en donde tenía su celular y billetera, guardó las cosas en sus bolsillos y se encaminó hacia la puerta de la habitación, Nayeon ya le había avisado que estaban entrando a la residencial de su casa ya que acordaron pasado a traer.

El timbre de la casa sonó, Mina se adelantó y se apresuró a atender la puerta a pesar de que no estaban esperando a alguien, a lo mejor solo era Jihyo que había olvidado las llaves o algo así, pero su cuerpo se tensó completamente y su expresión cambió tan pronto vio a la persona al otro lado.

— Mamá...— apenas murmuró. Su mirada viajó hacia la maleta que descansaba cerca de los pies de su madre, al parecer, estaba de regreso.

— ¿Puedo pasar? — preguntó un tanto tímida, sin saber exactamente cómo debía actuar, no esperaba encontrarse con Mina, ella hubiera preferido hablar con Jihyo primero.

— Uhm, si, es tu casa — se hizo a un lado para dejarla entrar, apresurándose a tomar la maleta y ayudarla, a lo que ella agradeció con una corta sonrisa.

— Mina, debo irme ya...— se detuvo de golpe al ver a la mujer que acaba de entrar — Señora Myoui, buenos días — hizo una corta reverencia, viéndola detenerse justo frente a ella — Yo, eh, ya me iba, discúlpeme por estar en su casa.

— No, no te disculpes, Chaeng — interrumpió, Mina al verla incómoda en esa situación, y con toda razón, sabía el rechazo que su madre sentía hacia ella — No te preocupes.

— Estaré en la sala — dijo la mujer sin más, desapareciendo del campo visual de ambas chicas.

Cuando estuvieron seguras de que ella no estuviera cerca, Chaeyoung se acercó a la mayor y la abrazó fuertemente, sintiéndola hacer lo mismo, notando lo tensa y temerosa que se encontraba ante la inesperada llegada de su madre.

— ¿Quieres que me quede? — preguntó, dejando cortas caricias en su espalda para relajarla.

— No, debes ir con Momo — respondió junto a un suspiro — Tengo que hablar con ella de todas formas.

Chaeyoung asintió y se separó de su cuerpo, le sonrió dulcemente y le dio un corto beso antes de separarse por completo.

— Puedes llamarme si algo pasa, ¿está bien?

— Está bien — asintió, regalándole una sonrisa para tranquilizarla, porque, aunque Chaeyoung no lo dijera, sabía que estaba preocupada — Ya vete, se te hará tarde.

La rubia salió de la casa de los Myoui con un mal presentimiento, pero trató de relajarse y no preocuparse, sabía que Mina podía enfrentarlo, no podía huir de ella siempre, además de que realmente tenían cosas de las que hablar en las que ella no tenía nada que ver.

❝ Forbidden ❞ || MichaengWhere stories live. Discover now