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—¿Quién te crees? ¿Mm? ¿Saltándote el instituto? ¡Y a la hora que vienes llegando sin avisarnos Tyler Robert!—Su padre estaba enserio, enserio molesto.

Su madre no estaba. Kelly probablemente estaba calmando los nervios de Jay, que su hermano no aguantaba oír gritos. Le daba nervios, y pánico.

Era obvio que el menor tenía miedo si su padre, si madre y Tyler se gritaban entre sí por todo.

—Perdóname.—Murmuró.

—¿Perdón? Perdón deberías pedirle a Dios por haberle hablado así a tu madre, y a mi, frente a Jay. Vergüenza te vería dar. ¿Que acaso no te ensañamos respeto? Maldito malcriado.

—Que me perdones.—Dijo mas serio con los ojos llorosos.

—¿a ti que te falta? ¿Eh? Tienes a tus dos padres, que te aman, y solo buscan el bien para ti. ¿Y tu? A decir palabrotas, gritarnos, y escaparte de clase y de la casa. Maldito desgraciando. ¿Te revelas ahora?

Eh ahí el ardor en pecho. Sentía fuego. Ganas de gritar. O bueno gritarle.

—Que te eh dicho perdón. Allá tú si lo tomas o no. Que me castiguen, o lo que sea no es nada comprado con el infierno que siento viviendo en esta puta casa.—Frunció el ceño y limpió la lágrima que estuvo a punto de derramar.

—¿inferno? Robert Dios te ampare. ¿Cómo te atreves a decir eso?—Su padre estaba tan molesto que la vena del cuello le resaltaba.

—Me atrevo porque estoy harto. Desde pequeño, siempre que la cague por la más mínima mierda me echan todo en cara como si fuera mi culpa. ¿Crees que no sé qué le pegas a mamá? ¿Que llegas tomado y nadie te dice una mierda por ser el hombre de la casa? ¿Que tengo que ayudarle a Jay con el puto instituto porque por culpa tuya, ni se puede concentrar? Muy santo tampoco eres.—Se puso de pie tan molesto que sentía que mataría a ese hombre ahí mismo.

El manotazo que le pegó en la mejilla fue tanto que Tyler estaba seguro que le quedaría marcada.

—¿Cómo te sentiría si te digo todo lo malo qué haces siempre? Que me dices enfermo porque sabes que me gustan... los...—Tyler continuó pero se trabó no le salía.

Por alguna razón no podía hablar. Se le hizo un nudo en la lengua.

—Si tantos huevos tienes haber. Dímelo.—Chris entre cerró los ojos en un gesto sarcástico y se cruzó de brazos.

—Que me gustan los chicos. ¿Feliz? ¿Me vas a llamar enfermo? Me importa una mierda....

Ahí otra vez. Una bofetada.

—¿eres gay?

—Sí. Y ya no me importa que pienses sinceramente. Toda mi vida tenía miedo de hacer algo que te hiciera sentir decepcionado de mi. Salir de fiesta, usar ropa que no fuera la adecuada, oír música que no debía, ni actuar de la forma en la que tú querías. Toda mi puta vida. Y ya estoy harto. Apenas termine el instituto tú no me vuelves a ver en tu puta vida.

—¿A donde vas? ¿A chuparle el pene a un millonario o algo? Si bien que te gusta.—Lo miró de arriba a abajo con asco.

—¿q-qué?

—Cállate Robert. Te me calmas de una puta vez antes de que te de un golpe que te vas a acordar toda tu vida. Te me vas ahora.

—¿Me castigas?

—No. Esta noche te me vas de casa. Ve a buscar donde pasar la noche porque aquí no te quedas. No quiero verte. Te me vas ya mismo.

—¿hablas enserio?

𝐐 𝐔 𝐄 𝐑 𝐔 𝐁 Í 𝐍 // [tysh/joshler]Where stories live. Discover now