—Supongo que su mejor amiga debe ir –sentenció.

—¡Hey pensé que todas éramos mejores amigas!

—Solo es un decir Phoebe.

Mientras ella estaba centrada en su nuevo boceto, la castaña se acercó a ella notando lo que quería hacer en su escritorio.

—¿Vestido nuevo para alguna colección? –empezó tanteando el terreno, y ______ suspiro pesado, parando.

—El vestido de Nina.

—Llevas así desde que llegaste de Anima City.

—¡Es que no tengo nada! –finalmente explotó–. ¡Estoy en crisis! –se quejó y dejó caer su cara contra su escritorio–. Pensé que iba a ser sencillo, pero no.

—Tienes muchos bocetos bonitos y potenciales para Nina –levantó uno del suelo y se lo enseñó.

—¡No me convence! –reprochó–. Cuando lo veo no siento esa chispa, ese, ese… brillo, que todas mis creaciones deben tener –sentenció.

—Suenas como tu mentora –se burló Shimzy sonriendo socarrona y con una mano en la cintura–. Y haces berrinche como cuando íbamos en la secundaria.

—Ya te quisiera ver diseñando un vestido para la hija de la mafia beastman –suspiro pesado.

Eso solo la hizo reír más, normalmente cuando entraba en ese nivel de crisis Akiko la abrazaba para tranquilizarla, quizás debía hacer lo mismo.

La rodeo con sus brazos lentamente, cosa que tenso y sorprendió a la peli-__, pero después el calor del abrazo y la comodidad hicieron su trabajo; la relajaron y le robaron otro suspiro nuevamente.

—Debo parar, ¿no es así?

—Si así es~ –musito en un modo maternal para tras segundos después, separarse de ella–. Aprovecha, dijiste que el tal Shirou Ogami ya no esta detrás de ti vigilándote peor que acosador. Descansa de él.

Eso le robo una risa nasal a la madre.

—Estoy seguro que él también está descansando de mi en este momento.

—¡Mocosa ven acá!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Mocosa ven acá!

—¡Atrápame si puedes lobo rancio!

—Ahh~ la cooperativa nunca se había oído tan viva, ¿no lo crees querida?

—Ciertamente Gem, parecen dos hermanitos~ –musito encantada Melissa poniendo una mano en su mejilla.

Mientras Ogami perseguía a Michiru por toda la casa, pues ella se negaba a comer los vegetales que la señora Melissa había preparado.

—Comimos lo mismo de ayer, ¡y no quiero sobras!

—Sobro comida no hay que desperdiciarla –regaño el albino con tono alto.

𝐶𝐿𝑂𝑆𝐸 𝑇𝑂 𝑀𝐸 || 𝘚𝘩𝘪𝘳𝘰𝘶 𝘖𝘨𝘢𝘮𝘪 𝘺 𝘵𝘶Where stories live. Discover now