Una humana, ¿cuidando de un pequeño hombre bestia? ¿Siendo su única figura materna aunque no lo sea biológicamente? Esa es la vida de _____ _________, que cuida de un pequeño lobo llamado Haru, hijo de su fallecida mejor amiga Akiko, una lobo igualm...
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Ogami bajo a las chicas del barco de la visón, justo en el muelle donde la beluga líder de la familia los estaría esperando.
Michiru y él se pusieron frente a Flip y sus secuaces. El mafioso le dio una última calada a su cigarro, para después soltar el humo y formular con ronca voz una pregunta.
—¿Y mi hija?
Shirou hizo una señal para que Nina se acercara con ellos, la menor obedeció y ella al ver a su progenitor no dudo en mostrar sus sentimientos y la felicidad que innegablemente sentía.
—¡Papi! –grito y se lanzó corriendo a sus brazos.
Shirou al verla pasar de su lado hacia su padre, logró notar algo con su olfato. Como en ella, había un aroma familiar, el aroma de ella.
Olfateo más agudamente, había un montón de aromas humanos encima de Nina Flip y Michiru; pero el más embriagante era el de ella.
Y para colmar… con su fino oído de lobo, escuchó, como Nina, ya en los brazos de Flip, al abrazarlo, le susurró algo al oído.
—Ella me ayudó.
¿Ella? Así que la conocían. Vaya, tal parece esa humana le sorprendía cada vez más. Primero se entera que vive en Anima City, luego desaparece disfrazando su olor, después se entera de que de alguna manera, ella y la mafia de Rabbit Town estaban conectadas.
Y finalmente, descubre que la familia y ella tienen alguna conexión.
Solo esperaba se quedara ahí con los humanos y no volviera. Ya no quería indagar más en un asunto que la propia alcaldesa le dijo:
“Si no tienes suficientes pruebas para decir que estuvo aquí, y más para decir que sus intenciones son malas, entonces te aconsejo olvides eso Ogami […] por favor ya no te centres en eso, necesito a mi mejor agente activo y al cien en actividades reales”
Después de que le pidió permiso interrogar a la cabeza de la mafia de Rabbit Town, Gram Granma. Pero no podía pasar por alto que percibió su olor, que ambas tienen rastros e indicios de su aroma, de haber estado con ella.
—Oye, ¿estuvieron con algún humano? –preguntó hacia Michiru.
Ella volteó a verle, despistada por su pregunta.
—¿Ah? ¿Cómo preguntas eso? Estuvimos en el continente, es más que obvio que estuvimos cerca de muchos humanos –respondió cruzándose de brazos.
—¿Ninguno intentó hacerles algo?
—Por muy sorprendente que te parezca lobo rancio, ninguno de esos humanos quiso hacernos daño –respondió nuevamente recordando la situación–. De hecho nos recibieron con los brazos muy abiertos y nos alabaron toda la fiesta –agregó y volteó a verle–. ¿Por qué preguntas?
