❝ᵒⁿᵉ⁻ˢʰᵒᵗˢ || ᵈˢᵐᵖ ||❞

VI

;; titulo: ruidos molestos.
;; Tommyinnit ¡!
;; Advertencia: cap medio choto.

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Eran las 00:00 a.m. y escuchaba como le cantaban el feliz cumpleaños a mi vecino.
Era un chico rubio, de ojos azules, bastante alto y atractivo.

Creo que se llamaba Thomas, habia mudado hace medianamente poco al edificio y no era un tipo que saliera mucho de su apartamento que digamos, nunca había hablado con el salvo un "Hola" "Adiós" "¿Puedes bajarle a tu ruido?" era un chico muy gritón y a pesar de nuestras cortas interacciones había logrado gracias a sus gritos descubrir diversas cosas de el.

Como por ejemplo que era streamer o que tenía una extraña obsesión con la reina, por alguna razón.

Por eso tengo el mejor regalo que pudieran darle, una foto enmarcada de la reina y firmada.

¿Qué más podía pedir ese chico raro?

Además de unos chocolates, si no creo que sería un regalo algo vacío.

Decidí tratar de dormir ya que mañana sería un día largo.

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— I KNOW YOU GOT DEJA VU! — Grité.

Estaba tratando de llamar la atención de mi vecino para poder darle su regalo.

Por lo general no era la única que se quejaba, ya que era muy ruidosa al igual que el, por ende en cualquier momento vendría a mi puerta a quejarse por los ruidos molestos.

Y acerté.

Minutos más tarde golpearon la puerta y era más que seguro que era aquel rubio, ya que en el piso solo habían dos departamentos, el mío y el de él.

— ¡Voy! — Grité.

Corrí rápido hacía el espejo que estaba a un lado de la habitación.

Quería estar arreglada pero no quería que pareciera que lo estaba esperando, aunque eso estuviera haciendo todo el medio día.

Estaba presentable, lo suficientemente bien como para abrirle y tratar de entablar una conversación con él.

Fui a la puerta y sin perder más tiempo la abrí.

Tenía un hoodie rojo y unos jeans de mezclilla, estaba parado recostado en el marco de la puerta esperando a que le abriera y en cuanto lo hice se sobresaltó.

— ¿Podrías bajarle a tu canto? Estoy en algo importante. — Mencionó en un tono de enfado.

En ese momento mi valentía se esfumó por completo, me sentía como una nefasta al tratar de llamar la atención de mi vecino mediante ruidos.

Era muy inmaduro, debería haberle dado el regalo como una persona normal, no como una rarita.

— Eh, si, lo siento. — Tartamudee apenada.

Cerré la puerta de inmediato completamente avergonzada, soy una completa idiota.

— Me odio.

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— ¡Mierda me quemé! — Me quejé.

Estaba haciendo papitas y me quemé con el aceite hirviendo que saltaba de la sartén.
Escuché dos golpes en la puera principal ¿Quién podría ser a esta hora?

— ¿Sí? —Pregunté.

— Soy Tom, el vecino. — Respondió al instante.

apagué el fuego y fui hasta la puerta algo confundida, desde hace dos días que pasó ese pequeño incidente no volví a gritar más nada.

Abrí la puerta y observé al chico rubio parado frente a ella.

— ¿Qué hice ahora? — Interrogue.

— Nada. — Dijo mirandome.

— Entonces ¿Cuál es el problema?

— Ese es el problema. — Soltó. — No haces nada. ¿Sucedió algo? Extraño tus ruidos molestos.

Estoy aún más confundida.

— ¿Por qué lo dices? No hice disturbios durante dos días seguidos para no molestarte. — Protesté, no podía creer lo que me estaba diciendo.

— Perdón por hablarte mal el otro día, no quise que te sintieras mal. Estaba muy estresado y bueno, eso me llevó a hablarte de esa forma. — Explicó. — No intento justificar mi mal comportamiento pero espero que puedas perdonarme...

— ¿Quién dijo que me hiciste sentir mal? — Le contesté orgullosa.

— ¿Bromeas? — Levantó una ceja. — Parecía que ibas a llorar.

— Mmh, bueno...

En ese momento recorde que aún conservaba su regalo.

— Te perdono, pero con una condición. — El rubio asintió. — Esperame un momento.

Fui hasta mi habitación dejando a Tom en la puerta.

Busque en mis cajones y allí encontré el cuadro envuelto en papel de regalo.

Volví a la puerta y me encontré con el, estaba husmeando como podía por dentro de la casa.

— Volví. — El oji-azul se sobresalto levemente y recobró su mirada a mí.

— ¿Y eso? — Cuestionó.

— Feliz cumpleaños. — Sonreí y le extendí el regalo. — También iba con una caja de chocolates pero me los comí.

El se limitó a reír.

— Gracias... — Su sonrisa se desvaneció por un segundo. — ¿Cómo sabías que era mi cumpleaños?

— Te la pasas gritando todo lo que te pasa, además eres streamer.

— ¿Cómo sabes que soy streamer?

— Jesús dame paciencia.

— No puedo darte paciencia, pero puedo darte mi número. — Dijo sacando un papel de su bolsillo, al parecer era su número. — Ten, llámame.

Sonreí al notar que Tom estaba completamente ruborizado.

— Okay, adiós chico tómate.

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Es medio choto, pero se hace lo que se puede ^^

no me gusto mucho a mi, y no estaba muy segura de subirlo pero bueno...

Esperó que les haya gustado, los tqm <3