Estos son one-shots de los miembros del dsmp.
Acepto pedidos al privado con las siguientes condiciones;;
- No lemon, ni +18.
- Detallen lo que quieren que pase, así puedo esmerarme lo mejor posible para darles buenos capitulos.
- No voy a hacer ca...
Me dirigía a la universidad como hacía de costumbre, era un día de otoño. Por ende el clima estaba agradable, por lo menos para mi, no hacía ni demasiado frío ni demasiado calor, estaba simplemente perfecto.
A cada paso que daba se escuchaba un pequeño crujido por parte de las hojas que yacían en el suelo marchitas.
De repente caí al suelo muy bruscamente, tirando todas mis cosas junto conmigo. Mi bolso estaba roto, mis libros y hojas estaban desparramados, yo estaba tirada, junto con una rodilla ahora raspada y un perro lamiendo mi rostro como si fuera un pedazo de comida.
Sentí una mezcla de enojo y ganas de llorar, era como una mezcla explosiva, no sabía como podría reaccionar ante tal situación.
No era una persona la cuál supiera controlar mis emociones, sin embargo tomé aire e intente levantarme como pude del suelo, no sin antes recoger mis cosas.
— Fuera perrito. — Dije aguantando mis lágrimas.
Iba a llegar tarde a la universidad y más encima estaba el perro que no sabía de quien era, iba a sentirme peor si lo dejaba solo.
— ¡Zack! —Escuché una voz masculina gritando, esto provocó que el perro enloqueciera.
Quizás era su dueño. Un chico alto, de cabellos enrulados y castaños se acercó corriendo a la escena.
— ¡Dios mío Zack! — Dijo poniéndole la correa a aquel perro. — No vuelvo a confiar en ti.
El chico al fin se percató de mi presencia, me miró preocupado y confudido a la vez.
— Oh. —Reaccionó al fin. — No, no, no, lo siento muchísimo. — Se lamentó golpeando levemente su cabeza. — Te ayudaré a recoger todo.
Yo sólo asentí, no podía hablar en lo absoluto.
Tenía un nudo en la garganta que a la mínima palabra que dijera, soltaria todo mi llanto y lágrimas frente, no solo a un desconocido, si no a varios que se encontraban espectando aquella escena como si fuera una telenovela.
Aquél chico tomó un montón de mis hojas y las sustuvo en sus manos junto con la correa de su perro.
Sentí su mirada sobre mi, pero trate de ignorarla mientras seguía juntando mis cosas, vaya que eran muchas.
— ¿Te encuentras bien? — Interrogó mirandome.
No pude soportarlo más y comencé a llorar, me senté en medio de la vereda sin más lloré.
El extraño se quedó completamente inmóvil, a que no se la esperaba.
— Hey, no llores, tranquila.
Miró para todos lados buscando un lugar para atar a su perro y cuando al fin lo halló, lo dejo ahí sin siquiera pensarlo.
El llevaba una mochila mostaza, se la quitó, sacó las pocas cosas que llevaba allí y comenzó a guardar mis cosas en ella.
— Mira, se que tu bolso se rompió, pero te prestare mi mochila. Se que no es tan linda como el tuyo, pero servirá por ahora. — Sonrió tratando de animarme.
— Gracias. — Le contesté débilmente.
— Qué bonita voz tienes, no te había escuchado hablar desde que llegué. — Volvió a reír. — Ya está, guarda esto en la mochila y puedes irte, por favor, no llores más. — Se sentó junto a mí.
— Lo siento. —Lloré más fuerte.
Aquél chico entró aun más en pánico.
— Eh... Y-yo... — Tomó unos pañuelos descartables y me los acercó. — Los necesitarás más que yo.
— Gracias. — Volví a agradecer tomando los pañuelos.
— No me agradezcas, es lo menos que puedo hacer por ti luego de lo que hizo Zack. — Rió levemente.
No respondí.
— ¿Quieres agua? — Preguntó. — Tengo aquí, si no puedo comprarte una botella nueva.
— No, gracias. — Me levanté de allí limpiando mi ropa. — Creo que debería irme...
— Tienes lastimada la rodilla ¿Segura que estás bien? — Preguntó. — Puedo llevarte al médico si quieres.
— No hace falta, solo me raspe.
— Está bien. —Dijo algo inseguro. — Lo siento, de nuevo... Ten. — Me entregó su mochila. — No hace falta que me la devuelvas.
— Si hace falta, no es tu responsabilidad, no hacía falta que te preocuparas tanto. — Respondí tomando la mochila.
— Realmente es lo menos que puedo hacer, creí que podría confiar en Zack y soltarlo un rato, pero al parecer no. — Dijo mirandolo con desaprobación.
Reí ante su acción.
— ¡Qué bien, te hice reír! — Exclamó emocionado.
— Pásame tu número para que pueda devolverte la mochila luego. — Sugerí.
— Claro claro. — Respondió
Saqué mi celular y comencé a anotar los números que el me dictaba.
— ¿Como te llamas? — Pregunté. — Para el contacto.
— Alastair.
— a. — No escuché, solo escuché "ala" . —Luego de la universidad te escribo y te devuelvo tu mochila ¿Te parece?
— ¡Claro! — Sonrió y fue a desatar de su perro. — Realmente Zack siente lo que pasó, el no lo volvera a hacer.
— No importa, pero si me disculpas, debo irme. — El asintió y sonrió gentilmente. — Adiós. — Me despedí con la mano.
— Adiós...
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holiss, les quiero agradecer muchísimo el apoyo que estoy recibiendo de su parte, fuera de joda estoy súper feliz de que les esten gustando los one-shot, gracias posta <3
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espero que este episodio les haya gustado, si quieren un pedido escribanme al privado y con gusto lo realizó.
