"Cuando el asesino de mis padres me retó a adivinar en qué parte de la casa estaba mi compañero; elegí el sótano. '¡Correcto!', me felicitó, permitiéndome verlo.
Pero al encontrar su cabeza cercenada al otro lado de la puerta supe que todas las habitaciones eran la respuesta correcta"
"Yo morí en ese búnker maldito, pero tú, tú estabas muerta antes de empezar"
Conocía todo lo que hizo. Conocía los motivos. Conocía sus oscuros deseos... Y aún así, dejé que me disparara cuando lo tuve frente a mi. Un vil error...
Su voz cada vez sonaba más melancólica. A diferencia de Sanguine, quien fue como un compañero de guerra para mí, Vengeus era el líder supremo de una facción organizada. El antagonista del cuento. El Lobo feroz.
Aún así, constantemente pensaba en lo que hubiera pasado si siguiera aquí. Quizá un mundo mejor, quizá la unificación que La Regente tanto deseaba.
Ya nunca lo sabremos.
Vivo. ¡Vivo! Su emoción al recibir la noticia fue manifestada en lágrimas. Se derrumbó frente a nosotros. Su nombre, su existencia habían sido olvidados. La última vez de su mención fue apenas verme, al recriminar mis actos pasados. Pero en esa ocasión, el uso de su nombre fue en vano. Su primera reacción fue la duda, la segunda la esperanza, y finalmente la eterna tristeza, al saber que la última vez que lo vio lo había abandonado a su suerte. Mientras rompía en llano, sus dos Lictores se acercaron a mi.
Kat: Emm, ¿De quién estamos hablando?— susurró cerca de mi—
Beatriz: Un compañero olvidado en el tiempo. Su enamorado básicamente.
Vivien: Mortis, en ningún momento lo mencionó...
Penny: ¿Y mencionó el incidente de Dubai? Pues ambos estaban allí...
Blake: ¿Estaban allí?— se jactó, soltando una vil carcajada, mostrando estar perfectamente consciente— ¿Es ella la capitana Walker? ¡Yo estuve allí! Fuí uno de los enviados por el gobierno para mantener el orden después de la mayor Tormenta de Arena que haya existido— Ábalos detuvo a los Pro-consules de propinarle otro golpe— la evacuación de Dubai fue un total fracaso. Murieron tanto civiles como militares. Se impuso ley marcial, y se racionaron los víveres de forma "equitativa" entre nosotros. Antes de la tormenta, el Batallón 33 fue la armada Estadounidense más condecorada de su historia. Tras el desastre de la evacuación, se enviaron a tres mercenarios para liderar otros esfuerzos de ecuación. Mortis Del Álamo, Ash Graven y Amber Cornelia Escipión. ¿Pero que hicieron? ¡Genocidio! ¡Nos masacraron! ¡Mataron a nuestro líder Lou Konrad! Gracias a Billy-Ray Sanguine, un amigo íntimo de Konrad, es que algunos pudimos escapar, pero el resto... Los que no murieron por la gracia del desierto cayeron ante la ira justiciera de un monstruo sin empatía.
Amber había dejado de llorar desde que Blake narró su historia. Seguía de rodillas en el suelo, con la mirada desviada de nosotros. Era juzgada por sus actos, mientras Blake recordaba la historia de su trauma.
Kat: Amber, ¿Es eso cierto? ¿Estuviste en el incidente de Dubai?
Amber: También la CIA... Pero no importa. Hice lo necesario. Y ahora, voy a terminar lo que empecé: voy a matar al Locutor Billy-Ray Sanguine.
