Capitulo 38 maratón 5/5

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-Más rápido, Lauren. -pidió Camila con un hilo de voz.

Le hice caso y aumenté la velocidad de mis embestidas con mis dedos, incliné mi pecho sobré su espalda y besé su cuello. Llevé mi mano izquierda hacia sus pechos y apreté sus pezones, Camila gimió con fuerza.

-Así... Lauren. -mordió su labio.

Seguí embistiéndola, apretando sus pezones y succionando su cuello hasta el cansancio. Está posición era más profunda, mis dedos entraban mucho más adentro. Desde ahora era mi favorita.

-Voy... voy a llegar, Lauren. -avisó Camila con un hilo de voz.

-Córrete para mi Camz. - dije agitada.

Sentí como todo su cuerpo se tensaba alrededor de mis dedos, llegando al orgasmo. Ella respiraba pesado, al igual que yo.

-Quédate ahí un minuto más. -susurró, asentí y di un beso en su hombro.

-Te amo. -esas dos palabras salieron de mi boca, no las pude detener.

Camila volteó un poco su cabeza para mirarme a los ojos por unos largos segundos. No quería que se sintiera presionada, ni mucho menos. Pero en realidad la amaba. Sí, la amaba. Y era algo qué no podía controlar.

-¿Qué has dicho? -preguntó observándome.

-Olvídalo. -tragué saliva.

-Repítelo, Lauren. -pidió sin moverse.

Suspiré.

-Te... amo. -solté.

Me miró sin expresión.

-¿Lo puedes repetir una vez más? -preguntó en voz baja y suave.

-Te amo. —repetí más animada. -Te amo, te amo, te amo y te amo.

En su rostro se formó una sonrisa. Se acercó y me dio un beso rápido.

- ¿Y solo eres mía?

-Solo tuya. -susurré.

Mordió su labio inferior.

-Eso es genial. -llevó su mano a mi cuello, mientras sus labios besaban los míos.

Tal vez estaba esperando un te amo de ella... Que me dijera que sentía lo mismo. Que también era mía, solamente mía. Pero no lo hizo.

Saque mis dedos de Camila, sin dejar de besarla. Nuestros cuerpos cayeron al sofá, yo encima de ella. Sus piernas rodeaban mi cintura y sus manos acariciaban mis brazos.

No dejaba de pensar en que era lo que Camz sentía hacia mí. Era una pregunta que necesitaba ser respondida. Necesitaba saberlo. Sí me decía que sentía lo mismo, todo cambiaria entre nosotras. Me haría feliz, y simplemente no me importaría ni un comino su hermana Sofia, ni nadie.

-¿Pu-Puedo hacerte una pregunta? -pregunté, rompiendo con el beso.

-Sí. -contestó y me dio otro beso.

Sus besos eran el paraíso.

-Bueno. -comencé, ella bajó a mi cuello a repartir besos. -Hace tiempo quería preguntártelo...-tragué saliva. -Me gustaría que fueras sincera conmig...Ay. -gemí, sintiendo cómo succionaba mi cuello. -Conmigo. -terminé la frase.

-Me excitas mucho, Lauren. -susurró, y volvió a besar mi cuello.

Tragué saliva, y continué.

Tenía que saberlo ahora. No podía esperar.

-¿Me amas? -pregunté rápidamente.

Dejó de besar mi cuello, y recostó su cabeza en el cojín del sofá, para mirarme.

-Y-Yo... -tragó saliva y miró para otro lado. -Eres genial Lauren, y eres una hermosa chica. -sonreí. -Pero... No te amo. -Terminó la frase y me miró. -Lo siento. -añadió con voz frágil.

Mi corazón se partió en dos.

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Enamorada de mi Vecina -Camren AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora