XVIII: La verdad

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Sarita se bajó del caballo, y caminó unos pasos hacia donde la esperaban sus hermanas.

Norma y Jimena le habían pedido hablar, que era algo urgente.

Sara se había negado en un principio para no tener que soportar los comentarios de Norma, pero Jimena le había asegurado que no se trataba de eso.

-Norma, si esto es sobre Santiago y yo, no estoy de ani-

-Tranquila, Sarita- la interrumpió Norma- de hecho, una de las razones por las que te llamamos es porque quiero disculparme

Sarita alzó una ceja ante lo dicho por su hermana

-¿Disculparte?

-Si, no debí haberte juzgado tan rápido ni debí haberte tratado de esa manera

Sarita sonrió, si había algo que no le gustaba era estar disgustada con su familia, en especial con sus hermanas.

-¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

-Verlos el otro día en la feria, ver lo feliz que eres a su lado, no puedo oponerme a nada que te haga feliz.

Sara soltó una pequeña risa antes de estrechar en brazos a su hermana

Jimena las miró sonriendo, pero pronto recordó la razón por la que habían citado a Sarita en ese lugar

-Sara -la llamó Jimena- sé que no debemos entrometernos en tus asuntos, pero esto es serio

-¿Qué sucede?

-Gaby no deja de preguntarnos quién es el hombre con el que estás saliendo- dijo Norma-

Sara cerró los ojos y suspiró.

Sabía que tendría que enfrentar ese problema tarde o temprano.

Pero sinceramente, Sara prefería que fuese tarde.

Y mantener su relación con Santiago tan perfecta como era, todo el tiempo que fuese posible.

-Sé que tienes miedo, pero son tus hijos- Dijo Jimena-

-Ni siquiera se como se los voy a decir

-Sara, simplemente diles, no hay forma fácil de que lo digas

-Eso no me ayuda mucho

-Sarita, tus hijos te aman, y ambos están felices con que salgas con otra persona, simplemente enseñales una foto de Santiago, cruzarte con él fue una casualidad, y ya.

Sara miró a sus hermanas, tenían razón.

Antes de que su relación con Santiago pasase a mayores, debía hablar con Andrés y Gaby

{...}

Sara estaba camino a su casa cuando sintió su teléfono sonar, al ver la pantalla, no pudo evitar sonreír

-Hola mi amor

-Buenos días hermosa, ¿Como estas?

-Bien, acabo de volver de montar un poco, ¿tu? ¿Tienes mucho trabajo?

-De hecho, si, pero de todos modos quería invitarte a cenar esta noche, ¿puedes?

-Por mucho que me encante estar contigo, hoy es imposible, ¿que dices de venir a mi casa mañana por la noche?

-¿Tus hijos no estarán?

-De hecho, si van a estar

-¿Y eso?

-Esta noche les contaré sobre ti, y quiero que te conozcan, claro, si tu estas de acuerdo

-Sabes que nada me haría más fel- Una enfermera interrumpió a Santiago para avisarle que tenía una consulta- mi amor, tengo que trabajar pero estaré allí mañana, ¿si? te amo

I see him(her) on you (Santiago x Sarita)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora