Deseo destructor

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Kocho estaba chupando el pene de Douma de manera bastante desesperada ya queriendo que se corriera, este tomaba su cabeza para después empujarla pudiendo meter su pene de manera más profunda en su garganta, pensando que ya estaba aprendiendo bien, ya que usaba su lengua y no le daba arcadas o ganas de toser como antes, ella abrazaba sus piernas mientras seguía chupando manera demasiado desesperada hasta que sintió que se corrió, iba a tragar pero Douma la detuvo.

Douma: Primero abre la boca.

Kocho haciéndole caso abrió la boca mostrando todo el semen que todavía tenía en su boca, después de ello la cerró para tragar, ahí Douma le acarició la cabeza para después levantarla y vestirla cómo él mismo quiso hasta el momento donde la sentó en sus piernas y pensó que en todo ese tiempo no había dicho nada, así que por un momento pensó en ella y decidió acostarla para que se fuera a dormir, por lo que cerró la puerta para después ir con sus demás seguidoras, ahí decidió comer por lo que mató a varias.

Kocho despertó un momento escuchando gritos, ahí inmediatamente se levantó para después salir hacia donde estaban, por lo que cuando vio la escena donde Douma estaba comiendo rápidamente corrió para irse de ese lugar, sorprendentemente pudo escapar del lugar pero lamentablemente Douma la atrapó, esta comenzó a gritar.

Shinobu: ¡Déjame! ¡No quiero estar contigo!

Douma: Es imposible que yo no me alimente, así que no puedo cumplir lo que dijiste.

Shinobu: ¡Jodete! ¡Ya no quiero que me sigas tocando!

Douma: Imposible y es una pena, ya habías progresado demasiado, supongo que ser un poco más estricto contigo no vendrá mal.

Douma la besó sintiendo el sabor de la sangre de las víctimas, ahí se puso a llorar prensado en qué había hecho para merecer algo así, a la vida no le bastaba con haberle arrebatado a su familia, si no ahora ser la esclava sexual de un demonio.

Douma se separó al momento que se dio cuenta que estaba llorando para después lamer sus lágrimas, ahí decidió cargarla para llevarla nuevamente al templo.
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Tanjiro: De hecho Tomioka no hablado conmigo, ni siquiera quiso entrenar.

Kanao: Hmm...

Tanjiro: Es entendible, ¿no? La señorita Kocho murió...

Kanao: Estoy segura que no lo hizo.

Tanjiro: ¿Pero por que Tomioka mentiría?

Kanao: No lo sé, pero deberé averiguarlo, yo sé que no murió.
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Giyuu: Ya te dije, no sé qué más quieras saber.

Kanao: Dime la verdad, pareces más enojado que triste.

Giyuu: Me enoja no poder haberla salvado, pero nada más, hay que seguir con nuestras vidas.

Kanao: ¡Ella no está muerta!

Giyuu: ¡Sí lo está! ¡La Kocho que conocemos murió!

Kanao: ¿La que conocemos?

Giyuu: Déjame en paz.

Kanao: No lo haré, ahora dime la verdad.

Giyuu: No lo haré, es mejor que pienses que ella murió, es lo mejor.

Kanao: ¿Qué está pasando?

Giyuu: No me obligues a usar la fuerza.

Tsuyuri se fue comenzando a llorar sin poder entender nada, ahora sabiendo que su hermana estaba viva realmente quería encontrarla pero, no sabía cómo, estaba desesperada.