Deseo destructor

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Kocho estaba demasiado nerviosa ya que no podía ver nada, en esos momentos solamente podía escuchar su propia respiración y los pasos de Douma, ella estaba con cadenas amarrada al techo de sus muñecas siento obligada a mantenerse levantada aunque sus piernas le dolieran, estaba temblando y algo cubría sus ojos, después sintió algo completamente frío en su espalda, después notó la mano de Douma en su mejilla acariciando para después sentir una bofetada de su parte, gritó sorprendida para después sentir cómo le tapó la boca con su mano.

Douma: Sigues siento demasiado agresiva y además te gusta hacerme ser rudo, bueno como eres bastante resistente quiero poner aprueba eso.

Shinobu: ¡¡Mmmm!!

Kocho estaba demasiado furiosa de pensar ahora qué se le había ocurrido en esos momentos solamente podía pensar en aguantar lo que sea que le hiciera, pero después volvió a intentar cuando él le dio una nalgada, eso le sorprendió bastante queriendo que se detuviera pero después le dio otra y así seguidamente hasta que su trasero quedó completamente rojo y después lo apretó tan fuerte que sus garras se clavaron notando cómo la sangre no tardó en salir, ella siguió gritando pero realmente no había nadie que pudiera hacer algo en esos momentos, después de ello él le quiso hablar.

Douma: ¿Te duele?

Shinobu: ¡Vete al infierno!

Douma: Respuesta incorrecta.

Douma tomó las piernas de Kocho para levantarlas y abrirlas para después meter su pene de manera rápida ya sin ningún movimiento lento la comenzó a penetrar de forma demasiado rápida, incluso más que en baño, ella siguió gritando pero el llevó su boca a uno de los pezones de ella para comenzar a chuparlo y morderlo después de unos segundos, pero no para hacerle daño así que no usó casi nada de fuerza, por las cadenas ella le dolían sus muñecas completamente, estaba sintiendo demasiado placer pero no iba a caer en ello, solamente podía aguantar la sensación, con cómo él chupaba su pezón pensó que se lo iba arrancar. Pero después de unos segundos se separó para hablarle..

Douma: Me pregunto qué dirían los demás pilares al verte así. ~

Shinobu: ¡¡¡C-cállate!!!~

Kocho se estaba sintiendo demasiado humillada, ni siquiera quería pensar en eso, no quería que ninguno menos Tsuyuri la viera en ese estado, ella nunca imaginó algo así, pero no podía decir más, sólo quería que se callara pero él no lo hacía.

Douma: ¿Qué pasa? ¿Querías hacer esto con alguien más?

Kocho entró en pánico, no quiero escucharle, no quería pensar en eso, después se acercó a su oído para que lo escuchara de mejor manera sin parar de hacer movimientos rápidos en su interior que estaba completamente mojado que incluso sus fluidos estaban cayendo al suelo.

Douma: Pero... ¿Qué crees? Estás haciendo esto conmigo, además. Cualquiera pensaría que fuiste manchada por un demonio, eso haría que te castigaran, seguramente ni podrías ser cazadora considerando que hiciste un acto impuro con un demonio.

Kocho no quería escucharle pero era imposible. Sabía que tenía razón, seguramente no se le perdonaría, pero prefería eso a seguir sintiendo placer por él, todavía estaba luchando y eso él podía notarlo, así que después la besó moviendo su lengua ya sin dejar que ella se separara, ahí solamente jugaba con la lengua de ella ya babeando bastante, los sonidos de sus cuerpos chocando se escuchaban perfectamente, así que no tardó en sentir que se iba a correr, por lo que tocó nuevamente el clítoris de ella para frorarlo hasta sentir que ambos se habían corrido y él nuevamente llenó su interior con su semen, al separarse entonces pensó en algo así que se lo dijo.

Douma: Sería demasiado curioso que estuvieras embarazada de mí.

Shinobu: ¡¿A-ah...?!~

Douma: Después de todo soy un demonio, si resulta ser un bebé demonio entonces quizás el jefe no se enoje cuando sepa que te dejé con vida, ¿no sería maravilloso? Una familia, aunque esta vez no será con una mujer estúpida.

Shinobu: ¿De qué hablas...? ¡Muerta antes de tener un hijo tuyo!

Douma: Seguramente, así que debo pensar, al menos ahora no parece que lo estés, igualmente. Así es mejor para mí, podré seguir entrenándote.

Shinobu: Vete al infierno.

Douma: No gracias, quiero seguir teniendo sexo contigo hasta que tu cuerpo deje de ser resistente y acabe por romperte.

Kocho estaba demasiado avergonzada de si misma, ya no sabía ni qué hacer.