Capitulo 3

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A Seungmin le gustaba llegar más temprano que los demás estudiantes, pues siempre solía tomar un café para tener energía y aprender mucho más. Pero esta vez, no sólo era paso eso, si no que quería dejar la carta o más bien, la nota, que le había escrito a su admirador secreto. Con una enorme sonrisa entró al gran edificio y se dirigió a su casillero, pero entonces pudo ver al pelinegro ahí, tratando de abrirlo.

—Oye, ya llegué — habló haciendo que esté pegará un brinco del susto y se le cayera algo de las manos.

— Me asustaste— intentó recoger aquello, pero Seungmin se adelantó.

Era un sobre, con su nombre escrito junto a un corazón y entonces lo supo... Minho quería robarla.

—Esto es mío— lo guardó detrás de él— Ni se te ocurra querer robarte mis cosas, aquí tienes tus tontas tareas — le entregó los cuadernos de la mala gana.

—Nadie quiere robarte nada, no me interesan tus cosas, maldito nerd— empujó su frente hacia atrás— Más te vale que esto me haga sacar un diez, ¿ok?

—Hice mi mayor esfuerzo— se acomodó las gafas — Ahora ya déjame en paz.

— ¿Piensas que voy a dejarte tan fácilmente? — sonrió de lado y negó con la cabeza— Seguirás haciendo lo que te pida.

— ¿O qué? — se atrevió a enfrentarlo.

Él pelinegro era alto, por lo que solo estiró su brazo y dejó los cuadernos encima de los casilleros, para después ponerse enfrente del chico y colocar ambas manos a sus lados.

— ¿Realmente quieres ver de qué soy capaz, niño inútil? — habló muy cerca de su rostro.

—No, lo siento — contestó sintiéndose muy intimidado— Haré lo que pidas, pero no me hagas daño — volteo su rostro al sentir la respiración de Minho tan cerca y esté tomó su mentón para hacerlo voltear.

Sus hermosos ojos café, brillaban debido a que pronto soltarían lágrimas, estaba tan asustado, intimidarlo era tan fácil.

Se permitió mirarle por unos segundos, sus ojos recorrieron desde sus lindos ojos hasta sus labios rosados y húmedos, se veían tan dulces, tan apetecibles, solamente quería probarlos por una jodida vez en su vida.

— No vayas a llorar, idiota — golpeó con su puño a un lado de él haciendo que golpe resonará por el pasillo vacío y Seungmin cerró los ojos con fuerza con temor.

Pero para cuando los abrió de nuevo, Lee se había marchado.

—Te odio— susurró con coraje y se limpió las pequeñas lágrimas de los ojos — Abusador, imbécil, basura, cavernícola, te odio, te odio tanto.

— ¿Yo qué te hice? — habló un chico haciéndole asustar.

— Dios, me has asustado— llevó una mano a su pecho— No te decía a ti, lo siento.

— Discúlpame— abrió su casillero que estaba a dos más que el de Seungmin — No quería asustarte.

— No te preocupes, Hyunjin.

— Vale, te veo en clase— le sonrió dulcemente y Seungmin hizo lo mismo. Pero cuando se marchó, no pudo evitar pensar en qué tal vez era él su admirador secreto, pues siempre le sonreía y era amable con él... había posibilidad, ¿no?

Sería lindo si se tratase de Hwang Hyunjin.

Ya sin más vueltas e interrupciones, dejó la nota en su casillero, tomó sus libros y se dirigió hasta la primera clase. Cuando llegó, notó que solo estaba Hyunjin y dos compañeros más, así que se sentó y aprovecho para sacar el sobre y leerlo discretamente.

Para: Mi chico luna

Sueño con el día en que pueda hablar contigo sin sentirme intimidado, tú no sabes quién soy yo, pero suelo admirarte desde lejos y me atormento pensando en que cuando sepas quien soy, te lleves una fuerte decepción... ese es mi mayor miedo.

-Tu admirador secreto.

Seungmin no pudo evitar sonreír como tonto enamorado, metió la carta en el sobre de nuevo y lo guardó en su mochila. Estaba tan enamorando de esa persona, por supuesto que nunca se decepcionaría de alguien con tan hermosos sentimientos, moría ya por saber de quién se trataba.

[• • •]

Y una vez más, Felix se encontraba coqueteando con Chan, él no se cansaba de eso y Seungmin estaba hartándose. O sea, no le molestaba el hecho de que coqueteara, le molestaba que fuese con ese tipo abusivo, era igual al chico que tenía enfrente suyo.

A ese chico pelinegro, alto, fuerte y con tatuajes en la mano y brazo: Minho.

— ¿Qué tanto me ves, cuatro ojos? — le preguntó al darse cuenta de que lo miraba.

— No te estoy viendo— rápidamente apartó la mirada y soltó un suspiró de frustración.

¿Por qué Lix no hacía nada si estaba escuchando cómo era ofendido?

— Me voy a ir a casa, te veo después — le avisó, pero el castaño ni siquiera le puso atención.

No tenía auto, por lo que debía irse caminando o en autobús, así que decidido, comenzó a caminar para salir del gran edificio.

— Debe ser una broma— habló para sí mismo al ver que estaba lloviendo. ¿A caso era su día sin suerte?

—Oh, parece que te vas a mojar, patito feo — se burló Lee a su lado, pero él lo ignoró.

Estaba harto de escucharle, ya no soportaba que estuviese ahí para burlarse siempre, quería poder tomar el valor para insultarlo y decirle que nunca más le volviese a molestar.

— ¿Quieres que te lleve a casa?

— ¿Por qué querría ir contigo? — respondió sin mirarlo, en su lugar se quitó las gafas para limpiarlas, pues se estaban empañando por el frío que la lluvia estaba dejando.

— Deberías quitarte esas espantosas gafas por siempre, así te vez menos horrible.

Mentira. En realidad le parecía tan lindo y tierno con ellos.

— Sé que soy horrible, no hace falta que me lo repitas a cada rato— se abrazó a sí mismo.

Y entonces Lee se sintió tan mal, sabía que Seungmin era una persona insegura de sí mismo y no hacía otra cosa que lastimarlo más. ¿Por qué tenía que ser tan imbécil?

—Ya me lo dejaron en claro muchas veces — dijo y sin más, comenzó a caminar bajo la lluvia, estaba triste y desanimado. Se sentía tan inseguro de si, estaba comenzando a dudar si era verdad que tenía un admirador secreto, seguramente era alguna broma de los demás, porque, ¿quién en su cinco sentidos se enamoraría de alguien tan feo como él?

—Eres un idiota, Lee — se regañó mentalmente y no dudó en ir detrás del chico para pedirle perdón, pero detuvo sus pasos cuando observó como aquel auto se detenía frente a él y se ofrecía a llevarle.

Era Hwang Hyunjin.

— ¿A dónde pensabas ir con así con esta lluvia? — negó con la cabeza — ¿Quieres enfermarte?

—No, es qué... solo quería ir a casa— jugó sus manos.

— Me parece que tengo algo aquí atrás con lo que puedes secarte— buscó en los asientos traseros y le entregó una camisa suya— No es una toalla, pero ayudará.

—Muchas gracias — le sonrió tímidamente y comenzó a secarse.

—Compraré chocolate caliente y después te llevaré a casa, ¿si?

Seungmin se sintió verdaderamente sorprendido por eso, era la primera vez que alguien se comportaba tan amable con él.

— ¿En serio? — dudó por un momento.

— Claro que sí— le sonrió y puso en marcha el vehículo.

Seungmin se quitó los lentes una vez más para cercarlos, odiaba siempre tener que estar limpiándolos o esas cosas, deseaba poder tener una vista normal y así nadie le llamaría "cuatro ojos".

Gracias por leer<3

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