Donde hubo fuego

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—¿Tu lo desataste no es así?

—Ada yo no...

—¡Tu lo desataste!— gritó Ada.

Luisa, pese a ser una mujer más fuerte y entrenada que Ada, dió un paso atrás con terror ante la furia de la mujer rubia.

Ver a la templada mujer rubia levantar la voz era algo sorprendente de presenciar.

Cuando Luisa no pudo sostenerle la mirada más tiempo Ada supo la respuesta.

—¿Por qué... por qué lo hiciste?— había dolor en su voz ademas de la ira.

Luisa dió otro paso atrás apretando el botiquín en sus manos.

—El dijo que no encontraría a Mauricio sin su ayuda. No puedo...— la voz de Luisa se cortó— no puedo perderlo ¡Ada, no puedo perderlo!

Ada deseó con todo su corazón en ese momento estar mas furiosa, deseó poder tomar el arma en su cintura y acabar con la mujer frente a ella pero...

Pero una horrible y empática parte de ella lo entendía.

Por que ella había estado igual de desesperada.

—Si mi madre no sobrevive voy a matarte Luisa, voy a matarte junto a él— dijo sin atreverse a decir su nombre.

Luisa supo que Ada no estaba amenazándola, estaba haciéndole una promesa de sangre.

Una que iba a cumplir.

—Así que tendrás que ayudarme a salvarla o jamas te dejaré vivir... ni a Mauricio.

Ada pudo ver que Luisa pasaba de la vergüenza a la determinación en un segundo.

—No lo tocarás.

—Él vivirá si lo hace mi madre. Dame el botiquín.

Luisa lo hizo.

—¿Qué Aron hizo qué?

—Se llevó todo, todas las investigaciones, los datos del caso, lo que tú me diste, TODO. Incluso mi placa.

Mason se llevó una mano a la cabeza.

—¿Cómo sabes que fue él?

—Lo vi por las cámaras de seguridad. Pero... entró con tanta calma, tomó cada cosa con tanta confianza, como si quisiera que lo viera, poco falto para que sonriera a la cámara.

—No comprendo, ¿por qué lo robaría? Acaso... acaso él en realidad apoyaba a Derek Walk en secreto.

Dante lo pensó en silencio un segundo.

—No tendría ningún sentido. Derek Walk no lo favorecía de ninguna forma, no creo que fuese solo por las tarjetas de crédito o alguna tontería así. No tiene sentido.

Mason intentó hacer memoria tratando de comprender por que Aron haría tal cosa pero no encontró nada.

—Sea lo que sea cubrió bien sus huellas.

Dante rió sin humor.

—Tenía que ser hijo de Ada.

Mason se tensó junto a Dante.

—¿Cómo encontraremos a Ada ahora?

Dante negó con la cabeza.

—Infiltrarse ilegalmente en Corea del Norte es un suicidio, especialmente si es a ciegas. Ni siquiera sabemos con seguridad donde esta.

—¿Crees que Aron fue a buscarla?— preguntó Mason.

—¿Por qué lo haría solo? ¿Por qué sin nosotros?

Ada WalkOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz