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La Diosa Luna, se adelantaría para bajar a la tierra, y poner el órden como se debe.

Porque ningún ser, podría romper las reglas, bajo el mando de ella.

Cada 100 años, la Diosa suprema de los seres sobrenaturales , baja para reencarnar en una Luna, para comenzar dar su mandato, el cielo se tomaría gris, truenos y relámpagos se escucharían, un aire aparecería como si quisiera arrancar los árboles, los animales de los bosques saldrían para su encuentro, y su gente tendría que venir a verla.




El líder que es enemigo de los seres mágicos, tenía el plan en marcha, está ordenando que comenzarán a formar a las Lunas con poder en el circulo de invocación.

—¡De prisa! Que mañana es el día, en la noche es cuando comenzará la fiesta.— se ríe cruelmente, pesando que sus planes saldrían como lo tiene pensado.


—¡Señor! Le traemos a las tres chicas que pudimos encontrar — el líder se da la vuelta para ver qué cinco Vampiros tienen como presas a tres chicas humanas. Al verlas, algo dentro de el se le removió, haciendo que recuerde como se veía su madre.


Al observarlas fijamente, la furia se apodera de él.

—¡¿Que carajos han hecho!?— a paso apresurado, se acerca y los vampiros dan un paso atrás.


—Nada malo, solo quisimos divertirnos con ellas — señala uno.

El líder apretaba demasiado la mandíbula y las manos, porque el aspecto que tienen era muy parecido el de su madre cuando era golpeada.


—¡Son unos Malditos imbéciles!— con su látigo los golpeó. —¡Que putas órdenes no escucharon! A las humanas no las tocarían, ¡Estúpidos!— los vampiros dieron pasos atrás cayendo en el suelo.


El líder estaba tan concentrado en golpearlos que se detuvo en seco en escuchar una risa seca.

Se dio la vuelta mirando de reojo a la rubia que se mantenía agachada, que ahora se encontraba arrodillado y riendo.

—Vas a impedir el regreso de la Diosa Luna, ¿No es así?— hablo provocandole un pequeño escalofrío a los que se encontraban ahí.


—Claro que si—


—¿No crees que es demasiado tarde?—


—Por supuesto que no, mañana mismo es cuando vendrá—


—Creo que te has equivocado—


—¿En qué? Si la Dichosa Luna, revivirá mañana en la noche.....—


La chica rubia negro riendo como loca, chequeó la lengua.

—Acaso no te has dado cuenta—

—¿De que?—


—La Diosa Luna, estás aquí— susurra haciendo que el hombre se viera a las Luna mágicas para comprobar lo que escucho, el detalle era que, se equivocó, porque ahora ella no reencarnaria en ninguna de ellas. 



Samantha se dejó levantado de golpe. Sus heridas se comenzaron a sanar mágicamente, los moretones desaparecieron, su apariencia cambio, su cabello se tornó de azul claro, como agua. Sus ojos se fueron  oscureciendo, sus ropa se volvió blanca y en forma de una vestido elegante. Sus uñas se alargaron de color negro puntiagudas. Y en su cuerpo comenzaron a salir símbolos, en forma de tatuajes.


Todo aquel ser que se dio cuenta de lo que ocurría se quedó plasmado con medio al ver la increíble transformación.

—¿Me buscabas?— pregunto en tono inocencia, burlona y escalofriante.

¿Mi mate? ¿Alpha?  [Terminado/Sin Editar]Where stories live. Discover now