¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

16

[Sam]

—¿Están saliendo con chicos?— me pregunta una confundida Sonia.

—Si, tanto Nath, Kath y yo, son conocidos de Marissa— le respondo.

—¿Cómo son?— pregunta con una sonrisa ladeada.

—Bueno....— en mi mente trato de recordar los rasgos física de los chicos y el de Ethan. —Sus nombres son Brad, Aaron y  Ethan— le contesto mientras juego con mis dedos.

—¡Estas nerviosa!— me acusa. —¿Te gusta ese chico?—

—Si, Ethan, el me gusta— ahora juego con mi cabello.

—¡Al fin! Hasta que alguien te gusta de verdad, déjame decirte amiga, que eres bien necia en eso—

—¿En qué sentido?—

—En que los chicos que fueron tus novios, solo te gustaban y ya. Y al parecer este chico, te gusta y mucho— me codea.

—Ya nos hemos besado— confieso, Sonia grita emocionada.

—¡OMG! ¡Samantha!— suelta una carcajada.

La puerta se abre dejando ver a las chicas, con Marissa.

Oh cierto, las chicas y yo presentaríamos a Sonia con Marissa.

—Hemos llegado— se anuncia Nath. Que junto con Kath saludan a Sonia.

Marissa se queda junto a la puerta, observando el lugar con curiosidad.

—He Sonia— me aclaró la garganta, mientras tomo su brazo de Marissa.—Ella es Marissa, y Marissa ella es Sonia— las presento.

Las susodichas comienzan hablar, mientras las chicas se unen a la plática.

El sonido de mi celular, hace que me aparte, para poder responder y interrumpir el momento.

Una sensación de alegría y emoción me recorre el cuerpo al ver de quién es.

[Ethan:
¿Ansiosa?¿Nerviosa?¿Emocionada? Porque yo sí lo estoy, ya quiero que sean las 4]

Muerdo mi labio, mientras le respondo.

[Yo:
Yo también, quiero saber como preparaste todo]

Su respuesta no tarda en llegar.

[Ethan:
Quiero verte, estos días estaba ocupado por el trabajo, ansío por estar contigo]

Ahogo un chillido de emoción.

Quiero saltar de alegría, y reír, Ethan quiere verme, en pocas palabras me extraño.

[Yo:
¿Me extrañaste? ]

[Ethan:
Cómo no tienes idea, no he podido dejar de pensar en ti]

Juro que ahora mismo siento algo revoloteando en mi estómago.

Estaba por responder, pero la voz de su hermana me hace pegar un brinco.

—¿A qué hora será la cita con mi hermano?— pregunta, sonriendo.

Me llevo una mano al pecho por el susto. Respiró profundamente antes de responder.

—El me dijo que....— me callo de golpe. Parpadeé sorprendida. —¿Que has dicho?— pregunto ahora, haciendo que se ría.

—¿Que a qué.....—