¿Mi mate? ¿Alpha? [Terminado/Sin Editar]

27

[Samantha]

Afuera de la Universidad, espero a Ethan, junto a mis amigas, que también esperan a sus chicos. Excepto Marissa, que casi no pude ver a Logan, pero los domingos tienen citas en la tarde. Pueden que casi no se vean pero si se mandan mensajes, créanme, si yo sé.

—¡Son ellos!— señala Nath, nos volvemos a ver, y si,son ellos.

La camioneta azul marino, se estaciona frente a nosotras.  Los hombres que están dentro, comienzan a salir.

Por supuesto, cada hombre, se va con cada chica, Ethan se aproxima a mi.

Extendiendo sus brazos, para atraparme entre ellos.

—Te extrañé— su boca la pega junto a mi oreja. Provocando un cosquilleo, al sentir su aliento en mi oído.

Enredo mis brazos por su cuerpo, quedando abrazados.

—Asi claro, coman pan frente a la pobre— escuchamos la voz de Marissa detrás nuestro.

Nos separamos, pero Ethan, solo lo hace para pasar un brazo por mis hombros y yo lo agarro de la cintura.

—Si tú lo dices— señala su hermano, la motocicleta de Logan se hace presente.

Marissa al verlo, pega un gritito corriendo hacia donde está.

—Tu hermana saldrá hoy con Marissa. Dejándome con más ventaja, porque hoy también saldremos, tú y yo—me dice antes de darme un dulce beso.

—A donde quieras, voy— le respondo atontada por el beso.

Sonríe haciendo que sienta estas mariposas en el estómago.

Nos despedimos de los chicos, para irnos caminando. El día está hermoso, como para poder disfrutar del paisaje.

—¿Que te parece si vamos al bosque?—

—¿En donde conocí a Demon?—

—Si, Demon quiere salir un rato, necesita estirar las patas— me río por sus palabras. Le doy un beso corto.

—Por mi encantada,me gustan mucho estar rodeada de árboles—

—Bueno, no se diga más—

—Pero antes, ¿Que te parece si pasamos a comprar unas chucherías? Hay un tienda por aquí cerca—

—Lo que quiera mi Luna— caminando, tomados de las manos, nos damos uno que otro beso.

Minutos después, llegamos a la tienda. Entro yo, porque Ethan recibe una llamada, diciéndome que ahorita me alcanza.

La campanita de la tienda, suena cuando entro, comenzó a buscar que me podría comprar, no sin antes revisar lo que tengo, lo que sobro de dinero.

—Oh si— camino por el pasillo de dulces, agarró unos chocolates con relleno de rompope, unos tamarindos, una bolsa de totis. Entro a otro pasillo, para agarrar unas papas fritas, sin olvidar los refrescos.

—Hola— levanto la vista, para encontrarme a un chico, con ropa de trabajar aquí.

—Hola— le respondo.

—Veo que tienes muchas cosas ahí— sonríe amablemente, mientras señala con su cabeza las cosas que tengo. —¿No querrás una canasta? Digo así no te cansas. — me dice dándome una pequeña canasta azul.

—Hay gracias, la verdad si, no las había visto— le agradezco, mientras meto mis chucherías dentro.

—Mi nombre es Ramón, un gusto—