capítulo 22

308 26 0
                                    

La media noche.




—Pensé que no llegarías— su voz se escucha por toda la suite—.

—Estaba... estaba alistandome.— avanzo lentamente para llegar a él—.

—Sara y sus ocurrencias— escucho como suelta una risita. Se voltea, me mira de arriba hacia abajo—. Pero hizo un gran trabajo— susuró. Esa voz me mata—.

—¿Acabas de llegar?— intento cambiar el tema—.

—Sí, hace unos minutos llegué. Me serví esta copa— pasa alado de mí y se dirige a la mesa—. ¿Quieres?

—Por favor— dejo mi bolsa en el mueble que estaba ahí. Sirve una copa de vino. Me lo entrega, antes de agarrar la copa me mira—. Gracias.

—De nada— Toma un sorbo—. La cena la traerán en unos minutos, pero hay que sentarnos para platicar un rato.— me señala el asiento. Camino y me ayuda a jalar la silla para sentarme. Me siento, jala el asiento para acercarme a la mesa. Siento como baja su respiración alado de mi cuello— ¿Estas lista para mí esta noche?

Tocan la puerta. Da una última respiración en mi cuello y avanza hacia la puerta. De lejos veo a un camarero con un carrito. Marcus le da acceso para pasar a la suite.

—Permiso— el chico llega hasta mesa y quita los platos y pone otros, con comida italiana—.

Marcus se sienta enfrente de mi, pone la servilleta en un su muslo y toma un poco de vino, mientras me observa. Hago lo mismo, mi garganta está reseca. El mesero termina de ordenar y de servir la cena.

—Por favor deja otra botella de vino, eso seria todo.— el chico asiente. Deja el vino a un costado de la mesa—. Yo les aviso cuando vengan a buscar todo.

—Con su permiso y provecho— el mesero se retira—.

—Qué discreta cena.

—Y privada. No me gusta cenar con mucha gente a mi al rededor, luego las meseras me andan coqueteando y detesto eso— hace un gesto desagradable—.

Asiento.

—¿Te gusta la comida italiana?— llevo la servilleta en mi muslo. Me dispongo a cenar, al igual que marcus—.

—Últimamente no me gusta la comida de aquí, pero procure escoger algo rico.

—Entonces porque no cenamos en otro lugar—, no responde—. Tienes miedo a que nos vean, ¿cierto?— sigue cenando y concentrado en su plato—. ¿Para que es esta cena?

—Estoy harto de estar encerrado en mi recámara viendo el computador y respondiendo llamadas.— me mira—. ¿Tienes algún problema con eso?

—En la tarjeta que me dejaste en mi cama no decía eso. Pensé que íbamos a charlar de nuestras vidas.

Marcus no estoy de humor. Me vestí, me peine, me puse hermosa para que me vieras, y ahora sales que solo querías cenar con alguien.

—¿Vidas? No confundas las cosas. Te traje a cenar para que no digas que solo te utilizó para sexo.

—Agradezco tu ironía, pero si solo querías verme, te hubieras ahorrado todo esto. Hubieras traído a victoria, le hubieras pedido matrimonio.

—Deja los celos por un lado. No tienes derecho a reclamar nada, no habrá boda rachel, ya te lo he dicho.— gruñe—.

—Tus cambios de humor me dan asco— dejo tenedor a un lado. No voy a dejar que juegue con mis poco sentimientos. Es un estúpido—, Te dejo cenar tranquilo.— me paro y voy en busca de mi bolso, paso a un lado de la mesa. Estoy apunto de abrir la puerta—.

SR. TRAJES BONITOS +18 - #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora