No quiero que seas mi alma gemela

Capitulo dos: El alma gemela de la flor

Estaba yo tan tranquilo en mi cama mirando el techo con mi gato al lado pensando en la inmortalidad del cangrejo cuando me aburrí prendí el pc y me puse a escribir y bueno me motive un poco y acabe escribiendo dos capítulos de golpe así que dije meh les doy un regalo así que aquí me tienen.

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Me levante con la voz de Mirabel como de costumbre, pero hoy era diferente y podía sentirlo en mi cuerpo, hoy cumplo 15 y hoy se revelará a mí, mi alma gemela mi brazo actualmente sin tatuaje en algún momento del día lo va a generar, me siento ansiosa ya que, aunque aún no he sentido atracción por nadie, esta noche muchas personas estarán presentes y no puedo evitar emocionarme, talvez mi alma gemela este en la fiesta y pueda conocerlo.

Isabela se puso un vestido rosa que su abuela le regalo y decidió dejarse el pelo suelto en vez de llevar trenzas, se puso algunas flores en el cabello y bajo a desayunar, sonrió al ver la mirada asombrada de todos, pero la mirada de orgullo de su abuela le hincho el pecho.

"Te vez preciosa mi vida" Su madre se acercó y le dio un beso en la mejilla.

"Mamá ya no soy una niña" Su madre rio y le volvió a dar un beso en la mejilla.

"Isabela hoy tienes el día libre ya que es tu cumpleaños, ve a hacer lo que quieras" Abuela le sonrió.

"Gracias abuela" Isabela se sentó a desayunar.

Isabela veía como todos en su familia lucían felices, pero sabía que en realidad era una pequeña careta, la única que lucía genuinamente feliz era su hermana menor Mirabel que siempre sonreía y eso hacía sentir un poco frustrada a Isabela, no es que alguna vez lo dijera, pero después de la ceremonia de Mirabel todo había sido más difícil y la atención de Abuela ahora casi siempre se encontraba en ella, tenía que hacer trabajos en el pueblo lo cual era bueno, normal, si no fuera por que últimamente su abuela le pide que siempre haga cosas hermosas y perfectas.

Un día de descanso le vendría bien para dejar de tener a su abuela encima de ella todo el tiempo.

Una vez el desayuno termino Isabela se iba a marchar a su habitación, pero fue detenida.

"Isa... ¿puedes acompañarme al pueblo a comprar hilo?" Isabela suspiro, cada vez tenía menos tiempo para pasar con sus hermanas y eso la molestaba, pero hoy era su cumpleaños y podría recuperar un poco de distancia que las labores de abuela han generado en su relación.

"Claro Mira, voy contigo" La sonrisa de Mirabel no se hizo esperar y tomo su mano haciendo que isabela se llenara de calidez.

Ambas fueron al pueblo para comprar lo que Mirabel quería, en el camino claramente fueron abordados por la gente, deseándole un feliz cumpleaños a Isabela, algunos incluso fueron un poco invasivos haciendo que Mirabel se aferre a ella un poco incomoda y ella amablemente les pedía que se alejaran un poco.

Llegaron a la tienda, Isabela había entrado pocas veces usualmente acompañando a Abuela, pero esta es la primera vez que ella acompañaba a Mirabel.

"Hola Mirabel, veo que estas acompañada de Isabela eso es raro" Isabela enarco una ceja.

"Si por fin puedo pasar un poco de tiempo con ella" Mirabel sonreía e Isabela empezaba a sentirse incomoda.

"Dime cariño que puedo hacer por ti"

"Necesito hilo rojo y azul para Bordar se me agoto y quiero terminar mi último trabajo" Isabela ahora estaba interesada, sabía que su hermanita había empezado a bordar hace algún tiempo, pero ¿trabajos?