Capítulo 15

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"No sé qué era, pero teníamos algo especial y lo sabíamos.
Lo podías ver en el modo en que nos movíamos y hablábamos.
No hablábamos mucho, pero dábamos todo por sobreentendido."

—Charles Bukowski

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Ellie

Un sorbo fue lo suficiente, para darme ganas de vomitar toda la comida que tengo en el estómago, de inmediato empiezo a correr al primer baño que veo, escucho que alguien me llama a mis espaldas, pero lo único en lo que mi mente está enfocada, es en quitarme este sabor asqueroso de mi boca.

Empujo la primera puerta que veo y por suerte parece ser el baño de mujeres, me arrodillo con el mayor cuidado de no tocar el retrete Dios sabe quién se sienta en estos inodoros, y finalmente vacío todo el contenido que tenía allí dentro.

—Ellie ¿estás bien? —pregunta Louise pregunta a mis espaldas.

Y lo único que hago como respuesta, es levantar mi pulgar hacia arriba, veo como me pasa unas servilletas para que me limpie la boca.

—Lo siento, no debí haber insistido—admite.

—No hay problema—digo—Pero que quede claro que esto me dará muchos puntos extra, en tu dieta —respondo con una sonrisa.

Camino hacia el fregadero, y me echo un poco de agua en la cara, en un intento de aliviar ese malestar, y cuando miro hacia arriba, la imagen que tengo de mí misma en el espejo no es nada agradable, recuerdo que Sven estará sentado a la mesa con nosotros.

—¿Tienes un peine o algo que pueda arreglar esto? —pregunto a mi amigo señalando mi cara.

Miro a mi amiga, y la encuentro distraída, parece no haber escuchado nada de lo que dije ya que está en el mundo de la luna, la observo unos instantes y parece salir del estado hipnótico y me mira con una sonrisa traviesa.

—¿Qué? —pregunto sospechosa.

—¿Es él? —habla de repente.

—¿Él? —repito confundida hasta que entiendo a qué se refiere—Sí—digo sin rodeos.

Y me siento avergonzada, ya que es la primera vez que confieso mis sentimientos sobre Sven, mi amiga grita emocionada en el baño, haciendo que las otras chicas nos miren con algo de curiosidad.

—Mierda, qué suerte tienes—dice emocionada—En realidad, en una amistad normal, y como buena amiga, debo decir que quien es el afortunado es él, de tener una mujerona como tú, pero como nuestra amistad nunca ha sido nada normal—dice divertida—El hijo de una perra está mejor que el pan.

—Ise—digo sonriendo—La verdad es que sí—respondo y pongo mis dos manos en la cara sintiéndome avergonzada.

—Espero que no sea un idiota como tu amigo—dice tan bajito que si no fuera por prestarle atención no la escucharía.

—¿Conoces a Tom? —pregunto.

Veo como sus mejillas se tornan ligeramente rosadas, y mira hacia otro lado.

—Ah, sinvergüenza, te atrapé—pienso y abro una amplia sonrisa.

—¿Qué? —me pregunta irritada—Lo conocí el día de esa fiesta—dice con un suspiro—Confieso que, hasta entonces no me interesaba lo más mínimo, sin embargo, en mi defensa el bastardo era bueno en labia, pero el mucho desgraciado me había mentido, dijo que su nombre era Sven y...

Espero que siga con su frase, sin embargo, ella permanece en silencio y camina hacia el espejo, veo como pasa su mano por su cabello, y se fija en el labial rojo que tiene en sus labios, soy del tipo de persona que odia los chismes incompletos, por acaso ella no recuerda que sufro de ansiedad.

Meses a tu lado EspañolOn viuen les histories. Descobreix ara