Murderer [JaeYong, DoWoo]

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Capítulo trece "¿Todo al revés?"

Miércoles 10/05/12, 06:06 AM.

Había pasado un día desde la última vez que habló con Taeyong y continuaba preocupado por la manera en la que había terminado su última conversación.
Habían peleado por primera vez en toda su relación y eso lo descolocaba. Detestaba a las dos chicas que causaron su pelea con Taeyong. Sabía que debía hacer algo al respecto, pero debía pensarlo con la cabeza fría, no como estaba ahora. Porque sí las volvía a ver no sería capaz de responder ante sus actos.

Estuvo toda la noche atento a su teléfono por si Taeyong lo llamaba, pero ese momento nunca llegó. Había visto a la madre de Taeyong entrar a la casa y luego ya no vió ningún movimiento en la casa. Suponía que Taeyong debía estar destrozado llorando en los brazos de su madre. Y se sentía mal por no ser él quien lo estuviera consolando. Detestaba ser él la causa de su pelea, así que no lo admitía, culpaba a Wendy y a Sooyoung por lo que había sucedido. Aunque él no hubiera sido capaz de manejar la situación y defender a Taeyong.

Había decidido faltar a la universidad de nuevo, no quería encontrarse con ninguna de las dos chicas en el estado en el que estaba. No quería causar algún disturbio que causara controversia.

Por más que tratara de pensar en distintas opciones que no lastimaran directamente a nadie, siempre llegaba a la conclusión de que debía deshacerse de ambas de la forma más dolorosa posible.

Cansado de pelear contra su mente, decidió que sólo debía hacer caso a lo que estimaba conveniente, ya no le importaba nada más que reconciliarse con Taeyong y deshacerse de cualquiera que se interpusiera entre ellos, si ya había matado antes ¿Qué le impedía hacerlo otra vez?

Tomó una chaqueta del ropero y su teléfono antes de salir. Pero como estaba tan apresurado y distraído, olvidó cerrar la puerta con llave.

Subió a su auto y con la dirección clara en la mente, lo hizo partir y aceleró, alejándose del vecindario.

No sabía si era demasiado tarde para llegar, o siquiera si el lugar continuaba funcionando. Pero valía la pena intentar.

Mientras más se alejaba de la ciudad, más seguro se sentía de lo que estaba haciendo, ya no habían ni pizcas de duda o arrepentimiento por lo que estaba planeando, sólo aumentaban sus ganas de aniquilar a ambas muchachas.

La carretera se dividía en dos y debía tomar el lado menos transitado, aún recordaba a la perfección las indicaciones del lugar y como lucía la pequeña casa a la que se dirigía.

Ya estaba cerca y podía sentirlo, la carretera estaba vacía y sólo se veía un camino alternativo a la izquierda, el cual tomó para llegar a su destino.

Apenas llegó estacionó el auto bajo unos árboles y caminó hasta las cercanías del hogar de Do Kyungsoo.

Los primeros metros los avanzó con desconfianza porque sabía que el lugar era peligroso. Pero como no se veía ninguna amenaza continuó con un paso inquebrantable.

Golpeó la puerta con suavidad y esperó a que alguien la abriera.

—¿Quién anda ahí? —Preguntaron desde adentro de la casa.

Jaehyun prefirió no decir nada aún, no tenía claridad de cómo identificarse. Así que sólo volvió a golpear la puerta.

Luego de unos minutos la puerta fue abierta por un hombre no muy viejo, pero bastante demacrado y bastante más bajo que Jaehyun.

El hombre lo miró por unos segundos y luego le apuntó a la cabeza con un revólver.

—Dime tu nombre o te vuelo la cabeza. —El hombre parecía no temerle a Jaehyun, y Jaehyun tampoco lucía atemorizado.