1."it's not me"

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"love is also knowing how to leave"

El viento azotaba sin piedad las ramas de los árboles, y su terrible rugido envolvía con fuerza la camioneta azul marina, que soportaba con dificultad las embestidas, dejando escapar algún que otro sonido que provocaba que Theo se despertara durante la noche.

Ya habían pasado varios días desde que le reveló su amor a Liam, y, al parecer, el resultado no fue como él esperaba.

"¿Piensas que estaba enamorado de ti? ¿Que me enamoraría de un asesino?"

Aquellas palabras removieron el estómago de Theo, un pequeño suspiro salió de su boca cuando recordó la escena. Estaban en el zoo abandonado, el lugar donde la quimera supo que estaba enamorado del pequeño beta, pensó que sería el sitio perfecto para comenzar su relación.

En el viejo y deshabitado zoo reinaba el nerviosismo, Theo Raeken esperaba por Liam, le escribió una carta citándole urgentemente aquí. Conocía al beta, sabría que vendría, confiaba plenamente en él. Suspiró de alivio al ver a Liam Dunbar asomar por el balcón de piedra que tenía en frente
—Pensé que no vendrías— dijo con una sonrisa que reinaba su rostro.
—Que sea rápido, debo ayudar a Hayden a empaquetar sus cosas— habían pasado pocas semanas desde que la chica le comentó a Liam sobre irse de Beacon Hills para proteger a su hermana. Theo bajó la mirada, el tono desinteresado del ojiazul y que la haya nombrado provocó un leve escalofrío por la espalda de este.

Pasaron unos minutos en silencio, Theo no sabía como empezar, miles de cuestiones pasaban por su cabeza y le nublaban la mente. 
—Liam, estoy enamorado de ti— no dejó que el beta le diera tiempo a responderle, quería contarle todo sin interrupciones— lo estoy, joder, Liam Dunbar, es muy precipitado, pero voy a protegerte, voy a ayudarte, quiero que me quieras como yo lo hago. No voy a dejar que nada te pase, porque estoy perdidamente enamorado de ti.— el menor estaba sorprendido, también enfadado. Cerró los ojos suavemente. Theo tenía la vista fija en él...

—¿Piensas que estaba enamorado de ti? ¿Que me enamoraría de un asesino?— habló finalmente, dejando a la quimera desconcertada— yo no soy como tú, una quimera manipuladora e idiota que solo piensa en sí mismo, soy mucho más que eso— el falso corazón del más mayor se estrujó junto la carta que tenía en la mano.

El joven beta abandonó el lugar con un salto, desapareciendo del campo visual de Theo.

Las lágrimas se apoderaron de sus ojos, su vista comenzó a nublarse, recordar aquello le partía el corazón.

Metió la mano en uno de los bolsillos de su pantalón y sacó un papel doblado, no recordaba tener eso allí.

Pudo apreciar el rostro de Liam dibujado en él, con una pequeña frase escrita en un extremo de la nota

"Where the soul vibrates. There is it."

Inhaló aire y apretó el dibujo contra su pecho, contuvo las lágrimas que estaban por salirle y se acostó de nuevo en el asiento de su camioneta.

Siempre quiso tener una cama caliente, lo más parecido que llegó a tener como cama con los Dead Doctors fue el mismísimo suelo; una camilla en algunas ocasiones.

Pensó en Tara, su hermana, a la que le había arrancado el corazón tiempo atrás, la que lo recuperó mientras estaba en el infierno. No lo entendía, Liam le sacó de ese infierno, tuvo que significar algo, tuvo que haber alguna razón por la que le sacó, una que no fueran los Jinetes Fantasmas.

Después de un largo tiempo pensando, logró conciliar el sueño.

Liam:

Se tiró en su cama, soltó un fuerte crujido al lanzarse con tanta fuerza, hundió su cara en la almohada y abrazó su cojín.

Estaba confuso, ¿porqué Theo le había dicho ahora que tenía sentimientos por él? ¿porqué no fue antes? suspiró con fuerza, sabía que se había pasado, Theo no era un asesino, lo fue, lo sabía, pero ya no.

En ese momento, en ese justo momento, supo que debía disculparse con Theo.

Theo:

Se despertó por dos golpes suaves en la ventana de su camioneta, maldita sea, otra vez los oficiales del sheriff, ¿como le habían encontrado?
—Ya voy, ya voy...— croó abriendo los ojos. Abandonó la fina manta que le tapaba, abrió la ventanilla y lo que se encontró no fue un oficial;
—¿Liam?— el nombrado le dedicó una mirada cálida y se limitó a abrir la puerta y cerrarla, colocándose al lado de donde el mayor había estado durmiendo.

Theo lucía bien, su cabello estaba en todas direcciones, la voz ronca le hacía más masculino y robusto, se ve tan lindo pensó Liam; no, ¿en qué piensas, Dunbar? Claro que no. Ignoró sus pensamientos y siguió observándolo.

Ambos estaban en silencio, ¿Qué iban a decirse? Theo seguía sorprendido por la visita de Liam, no sabía que Liam tenía idea de dónde estaba estacionado:

—¿Vives aquí?— se atrevió a decir Liam, rompiendo el silencio que habitaba en la camioneta. El pequeño beta examinó el lugar, ropa tirada por todas partes y latas de refresco en la parte trasera, la quimera asintió cabizbajo.

El menor abrió una pequeña mochila que tenía colgada detrás de la espalda y sacó una manta, estiró su brazo hasta el pecho de Theo
—Toma, te abrigará más— el contrario la agarró con desconfianza y miró confundido al hombre lobo
—No la necesito— la dejó a un lado, gesto que molestó al ojiazul
—Estamos en pleno invierno, idiota, te congelarás con esa manta tan fría— gruñó señalando la manta

Theo bufó y tiró la manta a la parte de atrás, después de eso, apoyó la cabeza en su asiento
—¿Qué quieres, Liam?— Liam suspiró
—Venía a disculparme, no debí decirte esas cosas— Theo al escuchar aquellas palabras, se le cristalizaron los ojos
—Pensé que lo habías superado— el menor le miró con lástima y se acercó más a él
—Estaba confuso, mi novia estaba a punto de marcharse de la ciudad, no estaba preparado— el mayor giró la cabeza, no estaba dispuesto a que el contrario le viera en ese momento tan vulnerable.

Ambos quedaron en silencio, uno incómodo, pero Theo lo agradecía, el silencio hablaba por sí solo.
—Esto era para ti— Liam le miró confundido; la quimera sacó del bolsillo de su sudadera una carta, la que le daría a Liam en el zoo abandonado. El joven beta la agarró con cuidado.

Esta vez sus miradas se cruzaron, no como las otras veces, esta vez Liam sintió un ardor en el pecho inexplicable y su corazón bombeaba lo más rápido de lo normal; el mayor sonrió al darse cuenta de esto.

—Será mejor que te vayas, está comenzando a nevar y no quiero que la puerta de tu casa se atasque— murmuró el ojiverde; Liam comprendió perfectamente las palabras del mayor, estaba claro que quería que se fuera, tal vez porque quería que este leyera la carta a solas, no lo sabía, pero obedeció. Agarró su mochila y salió de la camioneta.

𝐌𝐘 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐀𝐃𝐃𝐑𝐄𝐒𝐒 || 𝐓𝐇𝐈𝐀𝐌 🌘On viuen les histories. Descobreix ara