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A veces los inocentes pagan por los pecadores

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-Rindou, amor tú teléfono está sonando-

-Ignóralo. Debe ser Ran molestando como siempre- 

Souta hubiera ignorado el sonido, si no fuera porque estaba sonando cada dos minutos. No podía concentrarse en lo que estaba haciendo si el maldito teléfono lo desconcentraba.

-Contesta esa mierda o no continuare-

-¡Joder Souta solo ignora el sonido!. ¡Ahora no puedo parar!. ¡Me duele ahí abajo!- Rindou estaba muy ansioso por continuar lo que estaba haciendo con su pareja pero al parecer el Omega ya no quería continuar.

Eso lo pudo confirmar cuando el menor lo pateó botándolo fuera de la cama. Rindou tenía que admitir que Souta tenía una fuerte patada. ¡Joder que dolía!.

-¡Souta!- Se quejó Rindou mientras se fregaba la zona en la que se había golpeado.

-¡No voy a tener sexo con el teléfono sonando cada minuto!. ¡Contesta de una buena vez!- Souta tenía el seño fruncido de siempre, haciendo difícil para cualquiera que no lo conociera identificar si estaba molesto o no, pero Rindou que conocía muy bien al chico, podía identificar cuando estaba molesto y cuando no.

Y Souta, en ese momento, estaba muy molesto.

Aunque Rindou también estaba molesto, después de todo, eran pocas las ocasiones que podía estar con el Omega y justo en ese momento habían estado en medio de la segunda ronda de la noche. ¡Literalmente le estaba doliendo su pene!

-Bien contestaré el maldito celular- Rindou se levantó y buscó sus pantalones, los cuales estaban en el suelo junto al resto de la ropa. Al ver las 10 llamadas perdidas de su hermano supo que era urgente, sino su hermano no llamaría tantas veces. -Iré un rato al balcón-

-Bien, tomaré una ducha. Estaré esperándote- Souta, para molestar un poco más al Alfa, se levantó totalmente desnudo siendo consciente de los ojos lujuriosos que lo veían, y entró al cuarto de baño.

Rindou estuvo a punto de ir tras el Omega e ignorar a su hermano, pero al escuchar el tono de su teléfono de nuevo supo que debía contestar. Aunque esperaba que fuera rápido pues quería ir a ese cuarto de baño.

-¡¿Qué demonios quieres?!-

-Oh perdón. ¿Te saque de tu sesión de sexo con ese Omega?- Rindou tuvo que respirar para poder calmarse, pero tenía unas intensas ganas de golpear a su hermano.

-Ran, ¿Pasó algo importante para que me llames como un psicópata o solo querías joder?-

-Sabes deberías traer a ese Omega que te trae loco y presentármelo, tal vez podríamos hacer un trío. Debe ser muy bueno el sexo para tenerte tan estúpidamente loco- La risa de Ran hizo que Rindou apretara los puños de la ira.

Ni en un millón de años iba a llevar a Souta con su hermano, primero porque el menor fue parte de la Tokyo Manji, pandilla enemiga de la suya y con quiénes aún tenían varios asuntos sin resolver. Segundo por qué su hermano hermano era un psicópata adicto al sexo y no quería que le pusiera una mano encima a su chico. Y tercero porque Souta no sabía que él seguía en esa mafia.

Souta pensaba que Rindou tenía un trabajo normal, aunque Rindou sospechaba que en el fondo el Omega sabía la verdad pero no quería decir nada y Rindou tampoco quería decir nada ya que sabía que si él decía la verdad Souta se separaría de el.

Luz en la oscuridad - |Tokyo Revengers|Where stories live. Discover now