Nadie entendía nada de lo que pasaba, hasta que se escuchó a los relojes de toda la mansión llegar a las doce, los cuatro sirvientes dejaron el lugar sin dar ningún otra explicación y los huéspedes intentaron procesar lo que pasaba.

Pronto se escucharon pisadas acercarse y detenerse en la puerta, todos estaban expectantes a quien iba a entrar esta vez, pero cuando las puertas se abrieron, no pudieron ver nada más que una oscura sombra, la cual no tardo en volar a toda velocidad hacia Kaede para jalarla y encerrarla junto con él en uno de los tantos almacenes que había.

Desde el exterior se logró escuchar como la chica gritaba llena de miedo y dolor, como si estuviera siendo devorada por una bestia, las chicas se asustaban cada vez más y les costaba reaccionar, hasta que la puerta se abrió.

Todo adentro era oscuridad, pero se podía ver como la puerta había sido ferozmente manchada de sangre y aquel horrible monstruo dejaba ir lo único que quedaba de su víctima, una mano ahora sin cuerpo y a medio comer.

Himiko vomito, Miu grito aterrada y Tsumugi se quedó helada, pero Shuichi... Lo que sentía era muy diferente.

Finalmente, aquella bestia había salido desde la oscuridad para presentarse ante sus presas, se trataba de un joven chico de largos colmillos, piel completamente blanca y cabello pintado de un fuerte purpura, para sorpresa de todos, era increíblemente atractivo, con facciones infantiles y dulces y una mirada hipnotizante, pero quien puede notar eso si toda su ropa elegante y boca están llenos de sangre.

Casi sin pensar las presas corrieron en todas direcciones, finalmente lo habían entendido, aquel monstruo no estaba satisfecho con devorarlos, también quería divertirse cazándolos, dándoles la falsa idea de poder escapar.

Shuichi también había corrido, pero a diferencia de las demás, se detuvo unos momentos para mirar atrás y ver como la bestia tomaba uno de los dedos de la chica y lo arrancaba para después devorarlo de forma lenta, demostrando lo mucho que le gustaba el sabor.

Shuichi volvió a correr, pero sorpresivamente no quería hacerlo.

Sonaba escalofriante y enfermo incluso dentro de su cabeza, pero sencillamente quería ser comido por aquel monstruo, no se podía mentir le emocionaba la idea de sobremanera.

Nunca había apreciado su vida de ninguna forma y siempre vio la muerte como un alivió que tardaba mucho en llegar, eso era lo que esperaba encerrado en su casa, simplemente morir, pero ahora estaba a mitad de una cacería donde su depredador era un chico sexy en su opinión que estaba ansioso por complacerse de su sangre y carne.

Tan solo la idea ya era increíblemente excitante, lo que le había atraído de ese chico, quizás era su hermosa pero espeluznante apariencia, o quizás que un encuentro con él era sinónimo de muerte, sea lo que sea, esperaba ansioso su encuentro.

No lo disfrutaba, lo que su familia llamaba "La noche de luna sangrienta" debería ser emocionante para todo vampiro, pero no para él.

No podía decir que la sangre y carne humana no sabían deliciosos, era parte de su naturaleza, pero tampoco se enojaría si alguna de sus presas lograra escapar, su poco interés en devorar humanos lo había hecho objeto de deshonra para toda su especie y todavía molestaba más el hecho de que aparentemente él era el único vampiro sobreviviente después de la masacre que los cazadores habían hecho los cazadores hace años.

Pero ni modo, la vida sigue, esta vez decidió darles más ventaja a sus prensas y pasar las primeras 2 horas encerrado en su estudió, leyendo todos los libros humanos que había recolectado en sus más de 400 años de existencia.

Cacería - Saiouma oneshotWhere stories live. Discover now