𝗌𝖾𝗂𝗌. 𝙚𝙡 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖́ 𝙖𝙦𝙪𝙞́.

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—Todo esto es mi culpa.
—¿De qué hablas?—Parker alzó una de sus cejas—.

Ambos estabámos en una azotea observando sigilosamente los movimientos del duende verde, aunque éramos conscientes de que el villano sabía perfectamente que hacíamos, pero no sabía porque no nos atacaba de primera.

—Mejor...¿Puede salir Kya a jugar?


                                   La piel de el sorprendente hombre-araña se erizó.

—Kya, no hagas nada, por favor.—tomó mi mano con firmeza—.


Sin duda me conocía tan bien, porque estaba planeando sorprender al duende con algunos de mis "trucos"


—Pobre Kya Knox... con poderes mágnificos, pero sin poder utilizarlos como se deben, sin poder confesar porque estoy aquí, en que fallaste. ¿En serio tendré que decirle?, pareces como el más jóven de estas arañas, debo llevarte al límite para que actúes como debes. Parker... debo admitirlo, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, pero se ve que tu amiga no lo puede admitir.

Para este entonces, el castaño ya estaba por lanzarse contra él, sin embargo algo lo detenía, trataba de descifrarlo, pero su mente estaba sufriendo un bloqueo, asumí que era por la ira. Todo lo que vi que le hizo a su "hermanito", todo lo que conversó con el más grande de las arañas, quería tomar otra postura a la de siempre, pero no lograba entrar más que eso.

—Ya me estoy aburriendo, vamos a ponerle un poco de diversión a esto.

El duende verde rápidamente voló hacia nosotros, tratando de lanzar una de sus bombas hacia nosotros, pero uno de mis hechizo la hizo volar hacia él, y lamentablemente la esquivo. Ya todos habíamos tomado una postura muy defensora, por ello Spiderman se dió a la luz, comenzando a atraparlo, pero él lograba liberarse con una extrema fácilidad. Sin duda, lo que realmente fortalece al duende verde es destruir a todo Spiderman posible, y claro está, el único que le faltaba era mi Peter.

Ya no había más compasión en mí, nada que pudiera controlar mis poderes; de alguna forma mi cuerpo se rodeaba de un aura verde, mis ojos estaban de ese mismo tono, era como si ya no estuviera realmente ahí, y eso era cierto, pues saqué del camino a Peter, atrapándolo en una especie de cárcel como las que vi que aquel llamado Dr.Strange hizo en el otro universo. Eso lo hizo sentir muy bien al duende, exactamente lo que buscaba, liberar algo que nadie, y mucho menos yo podría controlar.



ANOMALIA | PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora