YO SOY EL MONSTRUO

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llamé a mi madre para decirle que me quedaría en casa de mis abuelos hasta que ellos llegaran del viaje, ella aceptó alegremente, mi padre no estaba de acuerdo, pero logré convencerlo

Y aquí nos encontrábamos.. de pie, en el salón, sin saber qué decir...

– de verdad, muchas gracias - me dijo por milésima vez

– ya me lo has dicho millones de veces - le dije riendo mientras iba a una de las habitaciones ‐ ven, te voy a enseñar tu habitación

Era grande, tenía una cama de matrimonio, la habitación era blanca y estaba decorada con cosas de oro, era demasiado clásico y a la vez pijo, para mi estilo

– madre mía - dijo él asombrado

– si es demasiado exagerado puedes dormir en mi habitación, es más pequeña y no es tan exagerada como esta – le dije mientras recogía todos los objetos de valor que había de mi abuela

– no no, esta bien -me dijo sonriendo

– si quieres puedes ir a ducharte, yo cocinaré algo y te buscaré algo de ropa - le dije mientras me daba la vuelta hacia mi habitación, abrí el armario y vi la ropa de Alan, muchas veces se queda a dormir al igual que Sara, y dejan sus cosas en mi armario por si algún día se les olvida algo

agarre un pantalón de chándal y una camiseta que ponía *soy muy sexy, lo se* pero lo pensé mejor y elegí una de color negro.

Fui a la habitación de mis abuelos y toqué la puerta

– Adam? -volví a tocar- ¿Puedo pasar?

toqué varias veces y nadie respondió

abrí la puerta y no había nadie ¿Dónde coño se había metido? mire la puerta del baño y toqué

– Adam estás ahí?

nadie contestó, toqué cinco veces más y no respondió a si que abrí la puerta

si.. señoras y señores, abrí esa puerta y fue un gran error...

Adam estaba completamente desnudo, se estaba duchando y tenía los ojos cerrados, pero mis ojos no se resistieron y bajaron a esa cosa ¡Madre mía! si que era grande

– ¡Dios mío, lo siento mucho! - grité

Adam gritó y saltó del susto, pero no se tapó, él solo se río.

¿pero de qué coño se ríe?

le acabo de ver desnudo! dios mío

¡y lo tenía súper grande!

lo primero que hice fue taparme los ojos

– lo siento yo, yo vengo a dejarte la ropa -dije con los ojos cerrados

Adam no paraba de reírse mientras yo intentaba dejar la ropa encima de un mueble que había, pero fallé y no lograba ponerlo encima, él seguía riéndose.

Salió de la ducha y me Quitó la prenda de ropa que tenía en la mano

– ya puedes abrir los ojos -me dijo riéndose

los abrí y él solo tenía una toalla de cintura para abajo.

Sus brazos estaban lleno de tatuajes, tenía una serpiente grande en el pecho que me llamó la atención

– ¿te gusta lo que ves? -me dijo él sin parar de reír

– yo... lo siento por lo de ahora es que como no respondes, pues eso, me voy para que te vistas