La Calma Antes De La Tormenta

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Gissel estaba acostada en su cama con los ojos rojos con pequeños rastros de lágrimas sabía que su papá no lo iba aceptar cuando alguien tocó la puerta de su habitación

-por favor déjame sola- suplico Gissel volteandose hacia el otro lado mirando su póster de su vídeojuego favorito Mario Bros

-hija por favor déjame entrar necesito decirte algo...- se escucho la voz de su papá detrás de la puerta

Gissel se levantó con enojo, tristeza y con dificultad por sus heridas y abrió la puerta

-¿Que quieres?- hablo con enojo Gissel evitando mirar los ojos de el mientras se volteaba

-hija perdoname por lo que dije yo.... Déjame contarte porque ya no confío en los humanos- menciono el tratando enmendar las cosas con su querida hija, mientras está se sentaba en la cama con un ceño fruncido

-te escuchare pero cuéntame todo con la verdad- Gissel cruzó los brazos aún con el ceño fruncido esperándolo

-cuanto tenía 10 años conocí a un niño de mi misma edad que era un humano teníamos mucho en común con el pasar de los días nos fuimos haciendo amigos ah.... Mejores amigos siempre jugamos los dos yo iba a la casa de el y el a la mía, su padre nunca sospechó que yo era un hombre lobo pero un día cuando los dos estábamos jugando a las escondidas el le tocaba encontrarme mientras me escondía me encontré una puerta semiabierta me dije que no me iba encontrarme en esa habitación oh grave error estaba su padre y uno de nuestra especie encadenado contra el suelo y el le pegaba de una manera tan fea y horrible cruelmente- el explicaba con cada detalle de lo que pasó en su infancia -incluso tenía una pistola que le apuntaba y le decía que era un monstruo que merecía morir e ir al infierno yo me asusté y no me di cuenta que me habían salido mis orejas y mi cola de lobo por el miedo trate de irme de la manera más silenciosa pero choque con la mesa tirando unas cuantas cosas con el ruido, el volteo y vio que era de la misma especie...-

-y ¿que más paso?- preguntó Gissel intrigada con un toque de preocupación teniendo la atención puesta en su padre

-el se puso furioso y me apunto con el arma yo por el miedo me transforme en lobo huí de ese lugar pero el me disparó en el hombro por eso tengo la cicatriz del disparo -señalo el a su hombro izquierdo que tenía una vieja herida de bala -desde ese día nunca volví a ver ese niño y a su padre en ese momento jure que no volvería a confiar en los humanos guardando les rencor y odio-

La Alfa nunca pensó que su papá fue atacado por un humano pero el se estaba equivocado no todos los humanos eran malos como ese hombre pero algo le llamo la atención y justamente era ese amigo humano que tuvo

-Papá ¿Que le pasó a tu mejor amigo humano? Ya no lo volviste a ver- preguntó Gissel curiosamente mientras sentada se acercaba a su papá

-no, ya nunca supe de el incluso ya no recuerdo su apellido y su nombre ah... Esa es mi historia Gissel de porque ya no confío en los humanos- termino de contar el incluso respondiendo a la pregunta

-por eso odias a los humanos pero papá no todos son malos la mayoría de mis amigos son buenas personas y... Guadalupe ella es tan amable, dulce y comprensiva se que ella nunca me lastimará deberías de conocerla para que veas la fantástica humana que es- Gissel le regaló a el una pequeña sonrisa provocando que esté también le correspondiera con la misma sonrisa

-esperare hasta conocerla bien y ver qué si realmente sea buena para ti jeje le daré una oportunidad para que si pueda cambiar de idea sobre los humanos -sonrio el mientras se levantaba para irse

-gracias papá verás que ella no es como ese humano que te lastimo- Gissel abrazo a su papá antes de que el se fuera, este sorprendió pero sonrió regresandole el abrazo a su hija

La Mate de la Alfa es Humana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora