²⁴| ¡𝚄𝚙𝚜!

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El resto del día transcurrió tranquilo. A la mañana siguiente, mientras los mellizos estaban en la escuela, los adultos tuvieron una charla y fueron al hospital.

-Estás nervioso ¿verdad? -murmuró Miguel.

Desde que tomaron asiento esperando a ser llamados para entrar al consultorio Javier tenía un pequeño temblor en su pierna y se mordía las uñas.

-Sé que lo hablamos antes, pero estoy muy ansioso. -Javier dejó caer su cabeza en el hombro contrario.

-Tranquilo, despejaremos la duda en un rato. -acotó acariciando las manos contrarias, evitando que siga mordiéndose.

-Y si no estoy enfermo, y se trata...

-No te preocupes, permaneceré a tu lado. -sonrió, su mirada segura y cariñosa le brindaba paz.

Javier solo asintió un poco ruborizado.

Ya en el consultorio, después de un interrogatorio y revisión por parte del doctor, un amigo de Miguel, se confirmó lo que sospechaban desde un principio.

Javier López no estaba enfermo.

-Felicidades, van a ser padres. -informó desde su asiento el especialista- El señorito Javier tiene tres semanas de embarazo.

Faltaban tres meses para que los mellizos cumplieran ocho años, y el arduo trabajo se debía a ello, para estar libres ese día.

No obstante, la nueva noticia no se la esperaban. Ya que no habían planificado tener otro bebé tan pronto. Si bien ya tenían una idea por estos días, igual les afectó, quedándose estáticos.

-¿Están bien?

Miguel rápidamente se acercó a su pareja, esperando alguna reacción o respuesta. Él le había dejado en claro que nunca lo dejará y cualquiera sea la decisión que tomen, ambos serán los responsables.

En una pareja no debe existir el típico "es tu problema". Desde que decidieron estar juntos los asuntos de uno involucran al otro. Las decisiones y problemas no son unilaterales, los abordan ambos. Porque la relación será estable si funcionan ambas partes, no sólo depende del amor.

Así es la relación de Miguel y Javier.

Volviendo, el castaño se asustó cuando Javier comenzó a llorar.

-Perdón por esto. -respondió en una sonrisa al sentir como Miguel sostenía su rostro- S-son lágrimas de felicidad, estoy muy feliz la verdad.

-Que alivio. -suspiró Miguel, compartiendo el sentimiento- Yo también estoy feliz.

Javier no era capaz de decirle que el único motivo de sus lágrimas solo era la felicidad de ser padres otra vez. También se debe a que ya no estará solo, ya no, ahora está Miguel a su lado. No podía estar más feliz.

Lo que desconocía, es que Miguel pasaba por algo similar. Ahora estaría presente en el crecimiento de su hija o hijo, junto a Javier y sus pequeños.

Después de una extensa charla con el doctor sobre las visitas según el avance de su embarazo, los demás síntomas que experimentará, lo que puede o no comer y las cosas que puede o no hacer, volvieron a su hogar.

Javier luego debía hacer una llamada a su trabajo y tratar el tema. No obstante, la prioridad es el cómo le darán la noticia a sus hijos.

-Eh, que tal... ¡Niños como que los veo muy solitos! ¿Qué les parece uno más?

-Miguel... no.

-Esta bien, que tal, ¡Peques! Como que los números pares son muy aburridos ¿no creen?

❒ | ¿𝐔𝐩𝐬? [Mikellino]Where stories live. Discover now