2. Presentimiento

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Abrió sus ojos resintiendo aquellas lágrimas que resbalaban por sus pálidas mejillas. El corazón se le había encogido y sentía ese bombeo constante y fuerte dentro de su cabeza. Sentía en cada parte de su piel a pesar de que la noche era calurosa.

Todo había sido un sueño. Una simple pesadilla que había tenido una intensidad brutal. Un sueño que parecía que le advertía lo que estaba a punto de comenzar. Un sueño que le mostraba el sufrimiento que se aproximaba en su realidad.

El sudor caía lentamente por su frente a pesar de que tenía una blusa de tirantes escotada y un mini short como ropa para dormir. 

— Amor, ¿Qué sucede?— Escuchó la voz de su novio al lado de ella.

Al enfocar su vista logró visualizar que se encontraba en su habitación compartiendo la cama con su novio quién rodeaba su vientre con un brazo y ahora yacía despierto preocupado por su estado.

Al verlo sus lágrimas volvieron a acumularse en sus párpados, era como si viera un espectro fantasmal de su novio y tratara de confundir la realidad con el sueño de esa noche. Era como si hubiera caído en una realidad en la que no pertenecía. O quizás, ese sueño parecía tan real que ahora estaba asustada por lo que pronto sería. Pero, ¿Cómo saberlo?

— ¿Eres... Eres realmente Hiccup?— Cuestionó con la voz quebrada sintiendo un profundo ardor en su garganta que le impedía formular una oración.— ¿Mi Hiccup?

— ¿Astrid?— Cuestionó preocupado encendiendo una lámpara para admirar su rostro.— M'Lady... ¿Qué te sucedió?, ¿Una pesadilla?

— Responde mi pregunta primero.— Ordenó tratando de no llorar.— ¿Eres Hiccup realmente?, ¿Lo eres?

— Por supuesto que sí.— Afirmó con una pequeña sonrisa para darle un poco más de confianza. Últimamente su novia tenía muchas pesadillas de las que despertaba asustada confundiendo realidades que no eran.

— Demuéstrame que eres real.— Demandó sin creerle completamente y haciendo un análisis mental para prepararse a lo que creía que sucedería.

Esperaba una oración, una palabra. Sin embargo, su novio tomó su mano para colocarlo en su pecho.

— ¿Sientes estos latidos?— Le cuestionó con calma ante su confusión.— Soy tan real como éstos laten por ti.

Sólo así ella se lanzó a sus brazos para llorar libremente siendo muy bien recibida entre sus brazos. Colocó su cabeza sobre su pecho izquierdo ahora escuchando con atención cada latido del corazón de su novio.

Una exhalación relajada salió de ella conforme cerraba sus ojos para sentirlo solamente con ella.

Podría pensar que estaba siendo paranoica, pero el insistente dolor en su corazón le decía que algo estaba mal. Por ese momento, lo ignoraría.

— Te amo Hiccup. ¿Lo sabes?— Cuestionó sonriendo con tristeza reprochando su frialdad en ese sueño.— Te amo mucho. No sé que haría sin ti. Creo que me volvería loca si algo llega a pasarte...

— Tranquila Astrid, también te amo.— Correspondió mientras que con una mano levantaba su barbilla para admirarla directamente a los ojos.— ¿Qué te tiene tan asustada, M'Lady?

— Tuve una pesadilla. Morías en ella.— Confesó asustada al recordar aquella escena donde su novio recibía el impacto de un camión. Sus lágrimas volvieron a inundar sus mejillas.

— ¿Pero ahora qué sucede para que sueñes con mi muerte en cada pesadilla?— Cuestionó con gracia para calmarla mientras secaba sus lágrimas con sus pulgares.— M'Lady, deberías dejar de ver "3000 maneras de morir". Ese programa de televisión te han dado ideas para imaginarme en una pesadilla con relación a mi muerte.

El juego del MalTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon