Capítulo 1:
-No por favor, no me golpeen más...
-Keigo, Keigo...no, paren, no le hagan más daño, por favor...
-No, mis alas no, no corten mis alas...
-Keigo...no...
Una mujer de tan solo 24 años se despertó en un charco de sudor, de nuevo esas pesadillas la atemorizaban, pensó que ese tiempo ya estaba olvidado, pero los traumas de su niñez nunca serían olvidados.
-Mami estas bien, de nuevo un sueño malo.
A su lado llega un niño de cinco años, cabellera rubia ceniza y ojitos dorados y mirada brillante, su hijo, su Keigo; el Keigo que si lograría proteger contra cualquier mal. Cada noche en sus sueños revivía la infelicidad del pequeño de alas carmesí, para al despertar ver a su hijo junto a ella y luego de llorar tomarlo en un fuerte abrazo e intentar dormir de nuevo pero ahora al lado de su fuerza.
...20 años atrás...
Su padre era un héroe profesional el cual como tantos otros había perdido la vida en el deber y su madre tratando de olvidar todo lo demás se había mudado de casa hacia una zona residencial algo tranquila para ella, todo iba bien su madre ayudaba a acomodar las cosas en la casa gracias a su Kosei "Telequinesis" , pero no era la única su hija aunque a menor escala lograba levantar al menos una maleta gracias al don heredado por su madre.
- Suzu hija recuerda cual es tu habitación y cuidado cuando subas las escaleras.
-Si mami, recuerda que yo ya soy una niña grande.
Suzume Araki era él nombre de esa niña de cabellos naranjas y mirada esperanza llena de brillo, su quirk es una mezcla entre la poderosa telequinesis de su madre y el control sin igual de los elementos de su padre, aunque este último no lo haya aun desarrollado por completo apenas y logra crear unas llamitas y mover el agua. Es una niña muy inteligente y hábil, y aunque muestre esa sonrisa sin igual siempre aun no logra superar la pérdida de su padre, pero trata de que nadie lo note ya que odia q le pregunten por pura hipocresía. Dejo su maleta sobre su cama y noto una ventana aun cerrada por lo que la abrió encontrándose así con unos ojos curiosos que la observaban atreves del vidrio de la ventana de al frente.
-¡Oh! Hola...soy Suzume tu nueva vecina, mira es mi nuevo cuarto, quien eres, podemos ser amigos quizás... Oh quizás no como gustes...
-Suzu con quien hablabas querida.
-Un chico, estaba...al frente en esa ventana asomado, pero creo que lo asuste y no querrá ser mi amigo.
- Mi amor creo que estas en un error, aquí al lado no hay niños, la pareja que vivía ahí perdió a su hijo días después de nacer.
-Pero...y quien era el q me miraba mami, alguien estaba ahí.- fantasmas, no, los fantasmas no existían su padre se lo había enseñado- creo que traeré mis otras cosas.
Suzume siguió acomodando todo, pero a cada segundo sus ojos viajaban hacia la ventana en busca de la mirada de sol, pero nada, aunque eso si, acción que realizace sentía un par de ojos sobre sus movimientos. Que pasaba en esa casa, ella olvidó todo y ayudó con mucho cuidado a su madre a acomodar su nuevo hogar.
🚨Foto de Suzume en galería,- niñez-🚨
