The Amazing Spiderman 2: Survivor

Capitulo 16

Abby observó a Peter, quien estaba totalmente atrapado entre los rayos de electro.

— Hombre araña, ¿no esperabas esto o si? — le dijo el hombre azul.

La pelirroja no lo pensó demasiado y pisó el acelerador a fondo, golpeando fuertemente al hombre y lanzándolo lejos del lugar.

Se bajó del auto totalmente furiosa, dirigiéndose a Peter, quería saber si él estaba bien, pero también quería golpearlo por lo que había hecho.

— ¿Es enserio? Me dejaste atada a un auto como si fuera un animal. — ella le recriminó apuntándolo con sus dedos.

— Abby, no deberías estar aquí. — Peter negó preocupado, levantándose del suelo, aun aturdido por los rayos.

— ¿No debería estar aquí? ¿Te estás escuchando? — le gritó furiosa, apuntando su pecho. — Tu me dejaste abandonada, pegada a un auto, para venir a luchar solo, sabes que puedo ayudarte.

— ¿Que estás haciendo aquí? — gritó el castaño frustrado.

— Te lo dije, puedo ayudarte, he visto los planos. — ella gritó también.

— ¿Que haces Abby? Te estás poniendo en peligro. — la miró con preocupación y enojo.

— Puedo reiniciar el sistema.

— Ese no es el punto. — Peter le gritó, logrando que ella lo mirara aun más furiosa.

— ¿Acabas de gritarme? — ella lo miró con los ojos entrecerrados y con una calma que lo aterraba.

— Lo siento linda. — se disculpó, mirándola arrepentido. — No puedes quedarte, ¿bien? No bromeo, no puedes estar aquí, es una locura, debes irte, es una orden.

— Lamento desilusionarte, pero ¿que crees? No puedes ordenarme nada, yo tomo mis propias decisiones, nadie puede hacerlo por mi. — ella lo miró firme. — ¿Entiendes? Solo yo decido, es mi decisión y no está a discusión.

— Abby, linda, por favor. — el la miró con súplica, pero ella negó. — Bien.

— ¿Como lo detenemos? — preguntó la pelirroja.

— Haber, si es eléctrico, es como una batería y ¿que pasa cuando sobrecargas una batería? — el castaño explicó.

— Explota. — la chica lo miró entendiendo. — Bien, entonces vamos a usar su poder como su debilidad, lo usaremos en su contra, entiendo.

— Creo que puedo reconectar la línea, pero tu, debes reconectar el sistema. Cuando te diga que conectes la energía, tu la conectas, ¿bien? No importa que pase. — el la tomó de la mano, sintiendo al fin el líquido carmesí escurrir de ella.

— Peter. — ella negó, aun si percatarse de que la atención del castaño ya no estaba en ella, sino en la sangre que salía de su mano.

— ¿Que te sucedió? — el preguntó preocupado.

— Solo me corté, no es nada grave. — ella le restó importancia. — Debemos preocuparnos por terminar con electro, nada es más importante ahora.

El joven la miró asintiendo, aun teniendo las paladras de William en su mente, el tenía razón, no importaba lo que hiciera, Abby siempre salía lastimada cuando estaba con él.

— ¡Vamos! ¡Corre! — le dijo a la chica, al notar que electro ya estaba consciente de nuevo.

Abby corrió hasta el centro de control, encontrándose con los cadáveres de algunos hombres tirados ahí, no tenía que ser muy inteligente para saber que habían sido electrocutados por Max.

Pasó de largo hasta llegar al pequeño centro de mando y notó que había un candado en la palanca, su vista recorrió todo el lugar, buscando una llave, hasta que la encontró en la mano de uno de los cadáveres.

Iba a tomarla, hasta que habían sido electrocutados, negó, pensando en ub plan, no quería averiguar si el cuerpo humano conducía electricidad aún después de la muerte, realmente era algo que aun no quería comprobar.

Decidió sacarse el abrigo y tomar la llave con él, logrando sacarla del cuerpo del hombre y abriendo el candado.

"Dios, gracias por no dejarme morir electrocutada hoy". — pensó mientras sonreía nerviosa.

Escuchó a Peter gritar, Max lo estaba electrocutando, pero el ya había logrado restablecer la línea.

— ¡Vamos Abby, hazlo ahora! — le grito.

"Puedo hacerlo" — ella cerró los ojos y jaló la palanca, conectando nuevamente la energía.

Los gritos de Max inundaron el lugar, mientras toda la energía regresaba a él, sobrecargandolo y haciéndolo explotar, convirtiendolo en cenizas.

La ciudad pronto se vio iluminada nuevamente, todo había terminado, la pesadilla se había acabado.

Abby corrió hasta Peter, necesitaba saber que él estaba bien. Su rostro estaba cubierto de preocupación, hasta que lo vio ahi, en medio de todo, estaba tratando de levantarse.

Ella fue hasta él rápidamente, lanzándose a sus brazos, mientras suspiraba con tranquilidad, el estaba bien, estaba vivo, era todo lo que importaba.

— No vuelvas a asustarme de esa manera. — ella le recriminó, soltandose de sus brazos. — Y tienes estrictamente prohibido dejarne pegada a un auto de nuevo.

— Bien, entendido. — el asintió, acariciando su rostro con ternura. — Gracias por estar conmigo, no se que haría sin ti.

— Voy a estar siempre junto a ti, nadie podrá separarnos. — Abby sonrió, abrazándolo nuevamente.

— Aun alcanzamos tu vuelo. — dijo el riendo.

— Si, creo que quiero estar unos días más aquí. — ella sonrió, mirandolo con amor. — Quiero estar un poco más contigo.

Ambos sonrieron, hasta que una espantosa risa los interrumpió, poniendo en alerta al castaño, quien le indicó a Abby que se alejara un poco.

La pelirroja se apartó un par de metros, aun sin identificar de donde venía esa risa, hasta que un hombre se sitúo en medio de ellos, llamando su atención por completo.

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