Durante la tarde en la casa de Kuchel, ella y (n) sólo conversaron de los cumpleaños de cuando él era un niño, y para ser sincero, el azabache ya estaba esperando eso, ya era un tradición que su madre y su esposa hablaran cada año sobre lo mismo.. no le aburría, simplemente le avergonzaba de sobremanera recordar todo aquello que vivió de joven.

..

Con el estómago casi lleno gracias a la rica comida de Kuchel y el pequeño pastel de chocolate que compró para su hijo, los tres Ackerman volvían a su hogar, donde a Levi le esperaba su fiesta sorpresa.

(n) le echó otra mirada a la pantalla de su celular, nerviosa de no recibir ningún mensaje de Isabel o Farlan avisando que ya todos estaban preparados para sorprender al cumpleañero de cuarenta años.

Mordió sus uñas, observando a través de la ventana del vehículo las casas pasar, sintiendo el nudo en su estómago que le comenzaba a carcomer.. algo que su esposo notó después de verla por el rabillo de su ojo.

—¿Qué tienes? —cuestiona él, colocando por un momento su mano sobre el muslo de ella para llamar su atención.

(n) volteó a verlo y negó con su cabeza mientras forma una sonrisa de boca cerrada.

—No es nada importante. —mintió y Levi fácilmente se fijó en eso. La conocía muy bien, después de todo, ha pasado 20 años junto a ella como para no saber cuando miente y cuando no.

—Habla ya.

—Ya te dije que no es nada importante, Levi, no continúes preguntando. —se acercó a su esposo, y dejó un pequeño beso en su mejilla. —Oye, Louis, ¿Dormirás cuando lleguemos? —giró su cabeza hacia atrás, observando al azabache menor tallarse lo ojos y bostezar.

—¿No se hará la fiesta sorpresa de papá? —el joven niño preguntó balbuceando, el sueño ya le estaba ganando y terminó por arruinar la sorpresa para Levi.

La mujer abrió los ojos de manera abrupta y sorpresiva, atónita por el secreto que le suplicó a su hijo guardar y nunca contar, algo en lo que había fallado olímpicamente solo por el agotamiento físico.

—¿Fiesta sorpresa? —la miró por un corto tiempo. —¿Acaso me hiciste una?

Ya no tenía caso negarlo, ya se había enterado y no había vuelta atrás, lamentablemente.

(n) suspira, su hijo yacia con la cabeza recostada en la ventana del auto con los ojos cerrados, durmiendo tranquilamente como si no hubiera hecho estallar una bomba en el auto. La mujer lo miró con ojos entrecerrados y los labios fruncidos, diciéndose a sí misma lo tonta que fue al comentarle de esto a su pequeño. Resopló, no tenía caso pensar en eso, Louis simplemente estaba cansado y soltó eso sin darse cuenta después.

La (c/c) se acomodó en su asiento, sin dirigirle la mirada a su esposo, y terminó asintiendo a la pregunta de él.

—Ya veo. —respondió únicamente eso, y luego, el silencio apareció entre ellos por pocos segundos, ya que el azabache volvió a decir algo—. Me haré el sorprendido cuando lleguemos.

—Supongo que eso estaría bien. —se encoge de hombros. —Solo no lo exageres.. debe ser creíble, haz como si no supieras nada, ignora lo que nuestro hijo dijo.

𝘭𝘦𝘷𝘪 𝘢𝘤𝘬𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯 , 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴Where stories live. Discover now