eres. | ziam

14. | eres un estúpido recuerdo que me tiene atrapado

‹ ¿cómo amas tanto a alguien que hace que lo odies? › ! liam payne

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— ni siquiera me has mirado a los ojos.

— no pienso hacerlo. me intimidas.

suspiró y asintió, se encontraba a una buena distancia de payne y creía que eso era lo mejor. — ¿estás bien?

— no.

— ¿tus papás saben que estás aquí?

— no.

— ¿quieres que lo sepan?

— podría ser.

— esa no es la respuesta que necesito. — liam se encogió de hombros y siguió con las líneas. — ¿por qué tu cielo es anaranjado?

— porque es cuando el sol está en su punto medio, cuando se está despidiendo para vernos hasta el siguiente día. — tomó un poco de blanco, trazó pequeñas nubes en la parte de abajo, incluso detrás del pequeño monito de color negro que simulaba ser él.

— ¿qué tan doloroso es?

— no lo sé. es confuso. yo sabía que esto pasaría, pero no fui fuerte. me duele, pero hay días en los que sólo es un vacío. nada grave a veces, pero, otros días como antier, son bastante dolorosos que me quiero marchar. — dejó el pincel abajo, proceso lo dicho y quiso reírse de su estupidez. — perdón, debe de ser cansado atenderme.

— no lo es. disfruto de esto aunque no lo creas. digo, no me gustan las razones y jamás juzgare el motivo porque todos pasan por diferentes duelos. a ti te tocó este, y ya.

— me hace sentir idiota. todos tienen problemas más graves y yo estoy llorando por un chico que jamás me quiso.

— ¿y está mal que duela, liam? ¿está mal que tus problemas no sean tratados como deberían? ¿está mal que tu sufrimiento sea por ese motivo?

— me hace sentir idiota.

— liam, no eres el primero ni el último que va terminar así. pero, tú estás aquí porque te enoja sentirte así, lo siento cuando te pones a delirar, lo veo en tus ojos cuando te niegas a mirarme. te molesta el haberlo dejado entrar, te molesta que los demás se puedan burlar, pero también te duele porque creíste que sería de verdad. — lo miró, se veía agotado. — no todas las relaciones son para siempre, lo sabías, lo sabes. pero creíste en su palabra, en él y no salió como esperabas.

liam mordió sus labios, su mano aplastaba el pincel entre sus dedos con fuerza. estaba tenso, estaba molesto de repente. — porque te enamoraste tanto que dejaste que pasara por sobre ti. estás aquí para recuperar ese amor que era tuyo, eso que nadie tenía derecho a quitarte pero que dejaste ir. — se acercó, poniendo su mano sobre los cabellos del castaño, la pasó lento y después miró el dibujo. — estás aquí para recuperarte a ti.

y liam lloró, lloró porque de nuevo se sentía mal.

porque aparentar ser indiferente no ayudaba.

porque seguía ardiendo, seguía haciéndose la herida más grande.

y lo odiaba, se odiaba.

y no quería eso, no quería odiarse.