Dos amigos tomarán distintos caminos después de graduarse, años después intentarán reparar lo sucedido en el pasado al reencontrarse, pero el tiempo hizo que ambos cambiaran y esto complicada las cosas ¿Podrán superar todos los problemas que se les...
- ¡Miya! - Yazu acababa de llegar al departamento.
- ¿Ah? ¿Qué sucede? - Miya estaba acostado en el sofá comiendo papitas mientras veía un dorama.
- Cámbiate de ropa para que nos acompañes a comprar, haremos una fiesta esta noche - dijo Yazu emocionado con un pequeño baile.
- ¿Fiesta? ¿Ya se te pasó el estrés pre-examen?
- No, por lo mismo necesitamos un momento de relajo y para compartir con los amigos ¿No crees? Ya le escribí a Reki y me dijo que nos encontrará en la entrada del supermercado.
- Pero ¿Y mi dorama? Justo estaba en la parte más importante, la madre de Kim se enteró de la traición de su hijo y...
- No entiendo de que me hablas Miya, pero después buscas el capítulo por internet, ahora acompañe ¿si? Ya que entre Reki y yo no podremos con todas las cosas.
- De acuerdo... - se levantó de mala gana mientras se dirigía a su habitación.
Al llegar al lugar, Reki los estaba esperando pero a diferencia de otras vez, no era el mismo alegre e hiperactivo muchacho que recorría los pasillos del supermercado, sino que iba perdido en sus pensamientos, estrellándose tanto con personas como con los estantes del lugar y de vez en cuando soltaba unas risas nerviosas y se abanicaba el sonrojado rostro.
- Reki ¿Estás bien? - le preguntó Miya extrañado.
- ¿Eh? Oh si, estoy bien - respondió Reki aún sonrojado, recordando aquel último beso otorgado por Langa.
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Yazu y Reki preparado diversas cosas para comer y beber (No Reki, tú beberás jugo natural y no se diga más), a los minutos llegó Kumi, Reki en un acto de buen amigo, los dejó solos en la cocina para que prepararan las cosas dulces.
- ¡Yo también quiero ayudar! - dijo Miya.
- Deja que ellos se encarguen de eso, tú ayúdame a ordenar el balcón para poner las cosas en ese lugar - dijo Reki tomando del brazo al muchacho y arrastrándolo, alejándolo de la cocina mientras Miya forcejeaba enojado.
El timbre sonó una segunda vez.
- ¿Estamos esperando a alguien más? - preguntó Miya.
- No lo sé... ¿Quién podría ser?
Reki caminó hasta la entrada, abrió la puerta y para su sorpresa era Langa.
- ¡La-Langa!... hola - saludó Reki nervioso.
- Hola... Yazu me invitó, espero que no te moleste, compré un par de cosas para la mini fiesta, toma... - Langa le entregó una bolsa con manos temblorosas mientras miraba incómodo hacia otro lado y sus mejillas sonrojadas.
