Dos amigos tomarán distintos caminos después de graduarse, años después intentarán reparar lo sucedido en el pasado al reencontrarse, pero el tiempo hizo que ambos cambiaran y esto complicada las cosas ¿Podrán superar todos los problemas que se les...
Langa había reunido a todos sus amigos para comunicarles su decisión, inicialmente ni uno creyó la noticia peor luego notaron la seriedad del muchacho y del contexto.
- ¿Y qué hay sobre Tokio? - finalmente Reki habló.
Los demás miraron incómodos la situación sin decir ni una sola palabra.
- Lo siento Reki, por eso quería contártelo hoy, pero no me puedo ir a Tokio contigo.
- ¿Es una broma verdad? Ya habíamos alquilado un departamento, teníamos todo planeado... y ahora de un día para otro decides irte al otro lado del planeta y rompiendo todos tus compromisos conmigo.
- No te preocupes por el alquiler, mi mamá dijo que te ayudaría con eso, ya sea cambiarte a uno más pequeño o buscar otro roomie.
- ¡No se trata de eso! Es como si estuvieras huyendo, ni siquiera he podido hablar contigo desde lo qué pasó en la fiesta.
- ¿Qué pasó en la fiesta? - le preguntó Shadow a Miya en voz baja.
- No tengo idea - respondió Miya.
Langa solo miraba con culpa a Reki, sabía que le estaba arruinando sus planes pero en esos momentos el también tenía que velar por su corazón y su bien estar emocional.
- Qué gran amigo eres Langa.. ¿Dónde quedaron todas esas promesas? ¿Amistad infinita? Dices cosas y luego te retractas, al parecer fueron puras mentiras de tu parte...
Reki salió corriendo del restaurant, Langa se levantó para seguirlo pero Ainosuke lo tomó del brazo.
- Déjalo solo unos minutos, el muchacho tiene que procesar todo lo que le acabas de decir, ir ahora sería como echarle más leña al fuego.
- ¡Reki dejó sus cosas aquí! - gritó Miya de pronto.
- ¿Y? Después puede volver por ella o nosotros se las guardamos - comentó Shadow sin darle mayor importancia.
- ¡No se trata de eso payaso! Dejó su inhalador acá y se fue corriendo.
- ¡Mierda! - Shadow recién había asimilando la situación.
- Adam tiene razón, mejor que Reki se calme y no hable con Langa por ahora, iré yo - dijo Miya, quien agarró el inhalador de Reki, su skate y salió del lugar.
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Reki corrió sin rumbo, sólo se detuvo cuando le empezó a faltar el aire.
- ¡Qué imbécil soy! Salí corriendo y no traje mi inhalador - pensó mientras intentaba lograr que ingresara algo de aire a sus pulmones.
